
El estallido económico argentino que derivó en el default de 2001, el más abultado de la historia, por 90.000 millones de dólares, ronda como un fantasma en la crisis de Grecia, que busca denodadamente sortear la bancarrota.
Los analistas posaron sus antenas en la debacle argentina para hallar un antecedente similar a la crisis de Grecia, que amenaza con extenderse a otros países de Europa.
Altos niveles de endeudamiento en relación al Producto Interno Bruto y falta de independencia monetaria son los paralelismos principales que citan analistas argentinos, aunque también remarcan diferencias como la pertenencia de Grecia a un poderoso bloque regional como la Unión Europea y la situación institucional, que en Argentina rozó el descalabro.
Las similitudes entre las crisis de Argentina y Grecia "son básicamente que ambos países tenían un fuerte endeudamiento en relación a sus PIB y tipos de cambio fijos que fueron letales para la industria", dijo a la AFP el analista de economía internacional Gabriel Martini.
Argentina ancló de forma artificial su moneda durante más de diez años en el gobierno neoliberal de Carlos Menem (1989-99) y hasta 2001 en una paridad de uno a uno con respecto al dólar, mientras que Grecia, al ingresar en la eurozona, se ve impedido de adoptar decisiones propias a nivel monetario.
El economista Leonardo Bleger coincide en citar como dato común "los niveles de deuda importantes en relación a los PIB" y añade "la fuerte dependencia de los capitales del exterior".
La explosiva deuda de Grecia es de unos 300.000 millones de euros (113% del PIB), mientras la de Argentina era menor antes del estallido, pero se disparó cuando salió de la Convertibilidad (paridad uno a uno) y devaluó su moneda en un 65% en pocos meses, después de la moratoria declarada el 24 de diciembre de 2001.
Argentina había sido la estrella para los mercados internacionales antes de la debacle en los años 90 cuando accedía sin restricciones a los créditos, aunque el FMI le cerró el grifo días antes de la estrepitosa caída del gobierno de Fernando de la Rúa, el 20 de diciembre de 2001, quien había logrado varios préstamos a condición de severos ajustes. Uno de ellos fue el denominado blindaje por más de 20.000 millones de dólares en el año 2000.
"Argentina era un ejemplo para el mundo y de repente se cayó todo, incluido el tipo de cambio fijo, que generó más deuda", subrayó Martini, de la consultora Abeceb.
En cambio, Grecia podría recibir en los próximos días un salvamento de los 16 países de la Eurozona por 30.000 millones de euros en 2010 y otros 15.000 millones de euros, aportados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Grecia forma parte de la Unión Europea y a pesar de sus debilidades, se supone que habrá un compromiso (regional) para tratar de evitar el default", dijo Bleger a la AFP, al recordar que Argentina quedó aislada y sin posiblidad alguna de acceder a préstamos.
En similar sintonía, Martini considera que Grecia "tiene el apoyo del FMI porque la situación de Europa se volvería muy frágil si Grecia se cae. A Argentina, por el contrario, se le dieron vuelta los mercados internacionales".
"Argentina estaba aislada, Grecia es miembro de la eurozona. Un eventual default griego sería de un costo muy elevado a diferencia de Argentina en aquel momento. Porque en el caso de Grecia hay riesgos sistémicos en otros países de la Union Europea", dijo a su vez Alejandro Vinitzky, de la consultora Maxinver.
Otra de las grandes diferencias es que Argentina declaró su moratoria en medio de una delicada situación institucional que llevó a tener cinco presidentes entre el 20 de diciembre de 2001 y el 6 de enero de 2002. "La situación económica de Argentina fue tan grave que tuvo un gran impacto político y se transformó en crisis institucional. En Grecia, seguramente habrá consecuencias políticas, pero no llegará a ese cuadro", advirtió Bleger.
El 20 de diciembre de 2001, De la Rúa renunció y abandonó la Casa Rosada (gobierno) en helicóptero en medio de una violenta represión que dejó una treintena de muertos en todo el país y una crisis económica galopante. A De la Rúa le sucedieron cuatro presidentes y el tercero de ellos, Adolfo Rodríguez Saá, declaró la moratoria por 90.000 millones de dólares.
La crisis griega coincide con la posible salida de Argentina de la moratoria, un proceso que inició en 2005 el entonces presidente, Néstor Kirchner, y sigue su esposa y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, nueve años después de declararse el default más grande de la historia.
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