Deutsche Bank es el valedor de Gamesa en la sesión de hoy, que nada contra corriente en medio del pesimismo y ha liderado las alzas del Ibex 35 con un 1,15 por ciento.
Los inversores parecen no tener dudas: la energía renovable es el futuro. La evolución en bolsa de Gamesa es una buena prueba de ello: sube un 28,56 por ciento desde el 1 de enero. Y hoy vuelve a concitar todas las miradas del mercado, al liderar las alzas del Ibex 35 con una revalorización del 1,15 por ciento, que ha situado los títulos en 15,86 euros.
Ha sido Deutsche Bank el encargado de darle los ánimos necesarios a la compañía presidida por Alfonso Basagoiti mediante un informe que desde los primeros compases de la negociación la catalputaron a la primera posición. Su analista, Daniel Gandoy, exponía las razones de la progresiva escalada de la empresa: “La estabilidad de la regulación de la energía eólica, el fuerte apetito de los inversores por los activos de energías renovables, la subida del precio del petróleo y el positivo entorno legislativo”.
La entidad financiera alemana ha decidido subir el precio objetivo de la empresa un 28,6 por ciento, hasta 18 euros por acción, lo que le otorgaría un potencial de revaloriación del 15,2 por ciento respecto al precio actual.
El experto de Deutsche Bank argumenta que la compañía ofrece una atractiva oportunidad de inversión por varios motivos. Es el segundo mayor fabricante mundial de turbinas, sólo por detrás de su rival danesa Vestas, y tiene un modelo de negocio único en la industria, pues está presente en todas las etapas de la cadena de valor de la energía eólica. De hecho, fabrica intalaciones de energías renovables y también gestiona sus propios parques eólicos.
Otro de los sustentos de Gamesa es su rentabilidad. Su margen operativo es el más alto en el mercado de la fabricación de turbinas eólicas. Su margen de ebitda sobre ventas es del 13,7 por ciento, lo que quiere decir que el 13,7 de cada 100 euros que ingresa se convierten en beneficio antes de impuestos, amortizaciones, depreciaciones e intereses. Este porcentanje es muy superior al de su competidora Vestas, que sólo consigue transformar en ebitda 1,1 euros de cada 100 que factura.
Los Serratosa provocaron un desplome
Eso sí, peso a que ahora vive unos días de vino y rosas, Gamesa también ha sufrido períodos más oscuros. La familia Serratosa, que era un accionista de referencia con el 21,285 por ciento, salió de su capital el 27 de septiembre del año pasado y su cotización se resintió duramente. Sus títulos, de cotizar en torno a los 14 euros, bajaron hasta los 11,19 euros el 27 de octubre.
Ése fue su suelo. Y algunos no lo desaprovecharon, como el hedge fund especulativo Amber Master Fund. Unos días después de llegar a su mínimo, el 7 de noviembre del año pasado, la CNMV recogía en sus registros el desembarco de este fondo, especializado en compañías que pueden ser objeto de algún evento corporativo. Este movimiento alimentó las expectativas de que Gamesa pudiera ser la diana de alguna oferta de compra. Precisamente, Deutsche Bank señala en su nota que éste es uno de los motivos que la presentan como una buena inversión.
Amber Master Fund cosecha además unas envidiables plusvalías. Si se toma como fecha de su inversió el día de la comunicación, el hedge fund invirtió unos 141,63 millones de euros. Gamesa ha cerrado a 15,86 euros, por lo que tiene ya 194,31 millones. Ha obtenido una rentabilidad del 37,2 por ciento.