
La respuesta a la petición de ayuda urgente de Grecia para superar su crisis financiera podría ser "positiva o negativa", advirtió este domingo el ministro de Economía alemán, cuya homóloga francesa dijo que los países del euro deben ser solidarios con Grecia, pero no complacientes.
"El hecho de que ni la Unión Europea ni el Gobierno (alemán) hayan tomado una decisión hasta el momento significa que ésta podrá ser positiva o negativa", explica el ministro Wolfgang Schäuble en unas declaraciones publicadas por el diario germano Bild am Sonntag.
La respuesta "depende exclusivamente de saber si Grecia mantendrá en los próximos años su estricta política de rigor", subrayó. "Ésa es una condición indispensable y absoluta para la autorización de las ayudas a Grecia por parte de la UE y Alemania, pues así podremos saber que Grecia reembolsará los créditos", agregó Schäuble.
"Necesitamos tiempo para examinar el pedido", prosiguió el ministro, especificando que el Gobierno alemán adoptará su decisión "después de la aprobación por parte del Consejo de la UE". "Pero estamos adoptando ya nuestras propias disposiciones. Por eso, convoqué para mañana (lunes) a los representantes de las bancadas parlamentarias", a fin de pedirles que inicien "un procedimiento legislativo acelerado", agregó Schäuble.
Por su parte, la ministra de Economía gala, Christine Lagarde, explicó cómo debe ser el apoyo a Grecia, en una entrevista publicada este domingo por Le Journal du Dimanche. "Defendemos el territorio de la zona euro. Cuando una parte de ese territorio es atacada y nuestra divisa común está bajo presión, tenemos que ser solidarios (...) Eso no quiere decir que tengamos que ser complacientes", declaró Lagarde.
Grecia, al borde de la bancarrota por el peso de su deuda pública y de su déficit presupuestario, se decidió el viernes a pedir una ayuda financiera de urgencia, de 45.000 millones de euros, a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
La ministra francesa precisó que esa ayuda se basará en un programa de ajuste que está siendo elaborado por la Comisión Europea (el Ejecutivo de la UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI.
"Necesitaremos mecanismos de control para estar seguros de que no es un pozo sin fondo y ésa será la misión de la Comisión Europea y del FMI", señaló Lagarde. Los países de la zona euro deben aportar unos 30.000 de los 45.000 millones de euros de la ayuda mencionada.
Francia pondrá 6.300 millones. La parte de Alemania será la mayor: unos 8.400 millones, bajo forma de créditos acordados por el banco público KfW con garantía del Estado federal. La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó el viernes que la ayuda a Grecia sólo debería activarse en caso de que la estabilidad del euro se viera amenazada y a condición de que el gobierno griego presentase un plan de ajuste "creíble".