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Gazprom podría verse afectado por las nuevas técnicas de extracción de gas

El auge de las nuevas técnicas de extracción de gas de esquistos podría modificar sustancialmente el equilibrio del mercado mundial e inquietar al todopoderoso gigante ruso Gazprom.

Estas técnicas, desconocidas hasta hace unos años, consisten en romper la roca subterránea inyectándole a alta presión un líquido que contiene productos químicos que liberan el gas y lo hacen subir a la superficie, para luego perforar horizontalmente el terreno siguiendo el curso de las capas de la pizarra.

El método, en pleno desarrollo, ha permitido a Estados Unidos impulsar la producción de gas, en un momento en que los recursos parecían agotados, hasta el punto de encontrarse al mismo nivel que Rusia en 2009, que hasta entonces era el primer productor.

En un hecho inédito, los estadounidenses han comenzado a orientar sus excedentes de gas natural hacia la Unión Europea (UE), llevando a algunos responsables rusos a interrogarse sobre el equilibrio futuro de este mercado.

"El problema del gas de esquistos existe, es mi posición y la de los dirigentes de Gazprom", reconoció esta semana el ministro ruso de Recursos Naturales, Yuri Trutnev.

Tanto más cuando se han descubierto nuevas reservas en algunos países europeos, clientes de Gazprom.

"Polonia otorgó 56 licencias de exploración de gas de esquistos", indicó Mijail Kortchemkin, del gabinete East European Gas Analysis, interrogado por AFP.

En consecuencia, esta fuente de energía no convencional va a "aumentar la competencia", agregó. Lo que sin lugar a dudas va cambiar las cosas para Gazprom, que ocupa actualmente una cuarta parte del mercado europeo y tiene la ambición de lograr un tercio de aquí a 2020.

De esta manera, los clientes europeos podrían aprovechar para reducir su dependencia respecto a Rusia.

De hecho, algunos proyectos de amplitud podrían ser amenazados. Ya, frente a la competencia de Estados Unidos y a la caída de la demanda de gas por causa de la crisis mundial, el gigante ruso se vio obligado a postergar por varios años el lanzamiento de su megaproyecto de producción de gas natural licuado (GNL) del yacimiento de Chtokman, en el Gran Norte ruso y en el que tenía enormes esperanzas.

De todas maneras, los trabajos en el gas de esquistos sólo están en una "etapa preliminar", advirtió Valeri Nesterov, especialista del sector energético del banco de inversiones Troika Dialog, que estima difícil hacer pronósticos por el momento.

Los costos de producción de este gas siguen siendo muy elevados con respecto al gas natural en Rusia, destacó el analista, recalcando también que los riesgos que esas técnicas hacen correr al medio ambiente, y sobre todo al acuífero, aún no han sido evaluados.

"Hay más preguntas que respuestas al respecto, pero más de la mitad del presupuesto (en Rusia) depende de los hidrocarburos, por lo que hay que comenzar a pensar", comentó Trutnev.

"Los pronósticos alarmistas (sobre el aumento exponencial del gas de esquistos) son útiles para Gazprom, pues advierten al grupo para que cambie su manera de ver, y sabemos que Gazprom ya comenzó a reflexionar y a hacer concesiones", estimó Nesterov.

En febrero, la prensa rusa ya había dado cuenta de negociaciones entre el grupo ruso y sus principales clientes europeos (en particular el italiano Reni y el alemán E.On Ruhrgas) para lograr una disminución de sus facturas de gas.

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