Florentino Pérez no suele dar puntadas sin hilo. El Congreso, que ha decidido obligar por Ley a las cotizadas a eliminar los blindajes e implantar la máxima democrática de un hombre, un voto en las juntas de accionistas, permitirá que ACS dentro de un año tome decisiones en la eléctrica.
El grupo, además, quiere alcanzar el 20 por ciento del capital (controla un 12,6 por ciento), pero se espera que lo haga tranquilamente. "Veo poco probable que ACS incremente su participación en Iberdrola antes de lograr judicialmente entrar en el consejo", considera Antonio López, de BNP Fortis.
Salvado ese escollo, lo que necesitará es dinero fresco. El endeudamiento de la española es el tercero más alto del Ibex 35, al situarse en las 6,66 veces su beneficio bruto de explotación estimado para 2010, sólo por detrás de Ferrovial y Sacyr. Pero ACS cuenta con varios ases en la manga para obtenerlo. Puede echar mano de alguna desinversión, como el negocio de puertos, pero, si no encuentra compradores interesantes, tiene otro nuevo aliado: su autocartera.
A lo largo del primer trimestre del año ha adquirido alrededor de un 1 por ciento de sus propias acciones, para lo que se ha gastado más de 100 millones de euros. A diferencia de los dos años anteriores, su intención, por el momento, no es amortizarla. Así que ese 4,148 por ciento de capital le abre algunas alternativas, de acuerdo con los expertos consultados.
Por una parte, podría recurrir al reparto de acciones como dividendo, reteniendo recursos (el primer pago que podría verse afectado es el que realizará en enero de 2011, ya que el de julio está comprometido y será en efectivo), con el que reforzar su balance o realizar compras de títulos de la eléctrica. Pero no es la única vía.
Buscar capital
A la memoria de los inversores viene lo que hizo FCC el pasado año: utilizar la autocartera para buscar capital sin diluir a los accionistas, cuando emitió bonos convertibles por valor de 450 millones en el mes de octubre. Cuando lo anunció, su autocartera era del 4 por ciento. Algunos expertos no ven descabellado que ACS imite a FCC. "La operación tendría sentido, sobre todo con la expectativa de que en un tiempo se eliminarán los blindajes para entrar en Iberdrola", indica Javier Barrio, de BPI.
ACS cuenta con vía libre para hacerlo. Obtuvo autorización en la junta de accionistas del año pasado, tanto para ampliar capital como para realizar emisiones de deuda canjeable o convertible en acciones. Sin embargo, la compañía, consultada por elEconomista, prefirió no comentar la posibilidad de que pueda emitir convertibles.
Desde BPI, no obstante, consideran más factible que intente obtener liquidez con la venta del 25,8 por ciento del capital de Abertis (ver apoyo). Otros expertos hablan de otro posible uso: "Creo que la emisión de convertibles sería demasiada operación para tener como objeto aumentar participación en Iberdrola. Vería más posible que se destine a futuros pagos de dividendo en acciones", indica Nuria Álvarez, desde Renta 4.
Lo que sí queda patente es que no tiene intención de amortizarla a corto plazo, como sucedió en mayo de 2009 y 2008. Dicha operación no figura en las propuestas de la junta que se celebra mañana, que es donde se aprobó los años anteriores, aunque puede proponerla en una extraordinaria.
Lo único que se consultará a la junta, al respecto de la autocartera, es si le da carta blanca, o no, para poder subirla al máximo legal permitido, el 10 por ciento.