MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, apostó hoy por los biocarburantes como alternativa para el desarrollo sostenible de la agricultura y con el fin de paliar los efectos del incremento del crudo.
Durante su intervención en el ciclo de conferencias 'Hacia un futuro sostenible', explicó que el Gobierno es consciente de que hay que avanzar hacia alternativas energéticas de cualquier tipo, entre las que citó el biodiesel, bioetanol y la biomasa.
En este sentido, Espinosa indicó que España está trabajando dentro de la Unión Europea para que se incrementen las ayudas a la propia producción por encima de las actuales. Además, explicó que su Departamento, además de estudiar aspectos fiscales, está analizando junto a Industria y Economía el incremento de los porcentajes de mezclas en gasolina y gasóil con el fin de lograr unos límites en un plazo determinado y puso como ejemplo el caso de Brasil, donde se baraja el 25%.
"Estamos convencidos de lo que tenemos que hacer, porque no podemos seguir con una dependencia energética como la que tiene España, independiente de tener en cuenta los temas de sostenibilidad", señaló la ministra de Agricultura.
En este sentido, indicó que las eventuales reconversiones de la agricultura tendrán que ir ligadas al desarrollo de los biocombustibles o a otras que se produzcan de forma natural. "Son adaptaciones al mercado, en las que no influye el consumo del agua", dijo.
En su discurso, Espinosa destacó la importancia de la agricultura de regadío como una de las medidas de desarrollo rural que permite la consolidación de una actividad económica diversa y dinámica, al tiempo que conlleva la permanencia del agricultor en su territorio.
Tras afirmar que la agricultura de regadío es, sin lugar a dudas, una actividad competitiva, la titular del MAPA resaltó la alta productividad del regadío frente al secano, la seguridad que ofrece en sus producciones y la versatilidad en la elección de cultivos que permite.
Además de mejorar las infraestructuras y racionalizar el uso del agua, la ministra explicó que la modernización de regadíos emprendida por el Gobierno busca nuevas formas de agricultura, trabajando con la diversidad de cultivos, con la distribución y aplicación del agua y con las dosis de riego mismas, orientándose hacia nuevas formas de gestión, no solo del agua, sino de la explotación y de su actividad económica.
"Con esa modernización de regadíos se bajará muchísimo el porcentaje de agua que se utiliza en la agricultura, y como consecuencia habrá recursos para destinar a otras actividades", aseguró la ministra.
No obstante, reclamó a otras administraciones, en materia de planes urbanísticos o actividades turísticas, el mismo esfuerzo que al sector agrícola para lograr una mejor eficiencia y ahorro del agua. "Si somos capaces entre todos de aunar esfuerzos para el ahorro de agua en agricultura, planificación urbanística o actividades turísticas, seremos capaces de tener un recurso suficiente a medio-largo plazo sin tener que ir a grandes obras de infraestructura de agua", dijo.
Entre los agentes implicados en la modernización de regadíos cuya consecución, según Espinosa, se ha convertido en una "política de Estado", destaca el papel de las Administraciones central y autonómicas, las comunidades de regantes, así como de los técnicos e ingenieros.