
El sector farmacéutico figura entre los preferidos de los analistas. Y dentro de él, las compañías estadounidenses, pendientes de la reforma sanitaria de Barack Obama, acaparan las mejores recomendaciones.
El sector farmacéutico sigue respondiendo al mercado, especialmente en EEUU. De hecho, actualmente se le puede definir como un sector lleno de oportunidades. Y es que la promesa electoral del presidente norteamericano, Barack Obama, de reformar el sector sanitario hace que expertos como el director de Ventas de IG Markets, Miguel Freijo, estén "muy pendientes" de las acciones que se mueven en Estados Unidos. Por motivos políticos -el terremoto de Haití y la situación actual en Afganistán- la reforma se ha visto aplazada, pero se espera que se vote este lunes.
Fidelity considera que cualquier incremento de la cobertura sanitaria que se produzca en EEUU podría beneficiar a los fabricantes de genéricos y gestores de prestaciones farmacéuticas, entre otros. Pero también hay quien se muestra más cauto en este sentido, como Susana Felpeto, de Atlas Capital, quien considera que la desprivatización del sector sanitario influirá de manera más inmediata en las aseguradoras que en las farmacéuticas.
En cualquier caso, la media de los expertos sí que espera cosas buenas del sector norteamericano, porque la evolución de las recomendaciones a uno y al otro lado del Atlántico son divergentes. Así, contrasta que mientras en el grupo de pesos pesados del sector en Estados Unidos casi todos los valores lucen un consejo de compra, en Europa éste es de mantener. En concreto, en el último año, el consenso de mercado ha mejorado el consejo sobre Johnson&Johnson, Pfizer y Merck, al pasarlas de una recomendación de mantener a una holgada compra; mientras que Gilead Sciences conserva el consejo de comprar sus títulos, que ya tenían entonces. Entre los pesos pesados de EEUU, sólo Bristol-Myers ha empeorado la recomendación de mantener que ya ostentaba en 2009.
En Europa, por el contrario, únicamente Roche continúa siendo un claro consejo de compra, si bien ha perdido fuerza; mientras que Sanofi y Glaxo, aunque han mejorado, conservan una recomendación de mantener.
Movimientos corporativos
Junto al impacto que pueda tener en el sector la posible reforma sanitaria de EEUU lo que es ya es real es que es un industria envuelva en numerosos movimientos corporativos, que comenzaron el año pasado.
Fidelity explica que éstos se han multiplicado ante la proximidad de la caducidad de patentes de compuestos, como es el caso de Pfizer, cuyo fármaco anticolesterol Lipitor dejará de estar protegido por una patente el próximo año. De hecho, esta firma cree que las compañías que cuentan con una caja sólida tienen que reemplazar los ingresos que les reportan aquellos productos que dejarán de estar protegidos por patentes. Y en ello están buena parte de las grandes farmacéuticas del mundo. En concreto, los protagonistas de los movimientos de 2009 fueron Pfizer, Roche, Merck, Sanofi, Glaxo, Bristol, Gilead, Novartis y Johnson & Johnson. Es decir que se lanzaron todas a la carrera de las compras, aprovechando que tenían una sólida posición financiera con la que aprovecharon el momento. De hecho, BNP Paribas achaca aquellos movimientos corporativos al entorno de menor crecimiento que se estaba produciendo (la bolsa cotizaba entonces a niveles de precios mucho más bajos que ahora, por lo que estaba más barata).
Estas compras también han creado otra brecha a un lado y otro del Atlánticos, a favor de las norteamericanas, que se encuentran ahora más desahogadas financieramente. De acuerdo con las estimaciones recogidas por FactSet, en EEUU, salvo Pfizer y Merck, que pasaron de tener caja en 2008 a deuda en 2009, el resto o aumentaron su reserva de tesorería o pasaron a tenerla. Se destacó Johnson&Johnson, que incrementó su caja de 700 millones de euros a más de 2.000 millones.
En el caso de los valores con pasaporte europeo, salvo Novartis, cuya caja supera los 2.400 millones en contraste con los 900 millones de euros en deuda que tenía en 2008, el resto de grandes valores del sector o ha aumentado sus compromisos financieros o ha pasado a tenerlos. Destaca Roche. Los más de 11.200 millones que tenía en caja en 2008 se han transformado en 16.000 millones de deuda.