
Sin perder de vista la crisis griega, el mensaje continuista de los bancos centrales está apoyando la relajación de las curvas de tipos y el apetito por el riesgo.
Esta semana conocimos la decisión de la Fed de mantener los tipos en mínimos y la posibilidad de nuevas compras de activos en caso de que el mercado lo requiera. Bernanke alude a la ausencia de presiones inflacionistas. La otra cara de la moneda es Japón y su miedo endémico a la deflación, que ha impulsado al banco central ha inyectar 10 billones adicionales a su sistema financiero.