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Grecia insta a la UE a aprobar el mecanismo de ayuda la próxima semana

Bruselas, 18 mar (EFE).- El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, instó hoy a los líderes europeos a que aprueben un mecanismo de ayuda financiera a su país durante la cumbre que se celebrará en Bruselas la próxima semana, que le permita, si llega el caso, financiar su deuda a tasas de interés similares a las del resto de la zona euro.

Papandréu insistió en que Grecia no necesita, por el momento, el dinero de sus socios europeos, pero explicó que la mera habilitación de este mecanismo podría suponer un apoyo muy valioso para su país, porque conllevaría un abaratamiento de los costes de refinanciación de su abultado déficit al apaciguar a los mercados.

"La cumbre de la próxima semana es una oportunidad para tomar una decisión. Una oportunidad para que la UE cumpla las expectativas de Grecia. Es una oportunidad que no deberíamos desaprovechar", dijo Papandréu a los medios de comunicación, tras comparecer en la comisión especial del Parlamento Europeo sobre la crisis.

"Cuando tengamos ese instrumento en marcha, será suficiente para tranquilizar a los mercados, decirles que se ha terminado la especulación. Podría ser que nunca necesitáramos emplearlo", añadió el líder griego, en un claro mensaje a sus colegas que asistirán a la cumbre de los próximos 25 y 26 de marzo.

Papandréu se ha entrevistado con los principales dirigentes europeos en las últimas semanas, entre ellos Gordon Brown, José Luis Rodríguez Zapatero, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y Jean-Claude Juncker.

El último encuentro ocurrió ayer en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, quien reiteró que el Ejecutivo comunitario y los países de la zona euro están "preparados" para ayudar a Grecia, en caso de que fuera necesario.

Pero, sin embargo, los socios de la moneda única no acaban de mandar una señal clara sobre cómo ayudarían a Grecia.

El lunes pasado, el Eurogrupo trabajó en la clarificación de un eventual instrumento de ayuda financiera a Grecia, pero descartó emplearlo para abaratar los costes de financiación griegos y optó por dejar en manos de los jefes de Estado y de Gobierno la decisión final.

La canciller alemana, Angela Merkel, sigue siendo reticente, como demostró ayer al expresar su oposición a conceder a Grecia ayudas "de forma precipitada", porque "no se resuelven los problemas de fondo y se corre el peligro de debilitar al euro".

Sin embargo, el primer ministro griego recordó hoy que su Gobierno no ha pedido ningún "dinero de los alemanes, los franceses, los italianos u otros trabajadores o contribuyentes", sino "un respaldo político fuerte para implementar las reformas".

Papandréu planteó la cuestión como un "reto" para la "familia" de la unión monetaria y la Unión Europea en su conjunto, que ahora deben mostrar su fortaleza y credibilidad ante el mundo.

"No es una petición inviable sino realista", insistió Papandréu, tras destacar la necesidad de lograr préstamos a unos precios razonables para poder emplear los ahorros obtenidos del plan de austeridad en "promover el crecimiento y la prosperidad", en vez de gastarlo en pagar intereses.

"Estamos pidiendo a los trabajadores y pensionistas que corten sus ingresos para reducir el déficit y eso que se gana se puede perder en unos minutos de especulación financiera", dijo ante los eurodiputados de la comisión de crisis, que le expresaron su solidaridad.

Por este motivo, el primer ministro griego volvió a reiterar que, aunque prefiera una "solución europea", no descarta solicitar la ayuda del Fondo Monetario Internacional, un organismo que ya le ha transmitido que las medidas y reformas adoptadas son suficientes para poder optar a su financiación, según Papandréu.

"Si vamos al FMI, no nos van a pedir nada más. Ya hemos hablado con ellos. Pero nosotros preferimos una solución europea. No estamos pidiendo dinero, sino tener un instrumento sobre la mesa", aseveró el primer ministro heleno.

Papandréu enarboló "las medidas de austeridad más importantes que ha aprobado en Grecia en su historia moderna" y lanzó a los asistentes: "No estamos pidiendo ayuda como si fuéramos un país inconsciente que quiere vivir de la riqueza de los otros".

Grecia, con un déficit público que en 2009 alcanzó el 12,7% del PIB, necesita recabar 55.000 millones para refinanciar su deuda en lo que queda de año, de los cuales 20.000 vencen entre abril y mayo.

Aunque en su última emisión de deuda no tuvo problemas para colocar títulos por valor de 5.000 millones a cinco años, las autoridades griegas pagaron un sobrecoste de 725 millones de euros de intereses respecto al bono alemán.

Partiendo de las lecciones del caso griego, Papandréu también abogó hoy por promover algún tipo de instrumento de ayuda financiera que pueda evitar futuras crisis de países de la zona euro.

"El Fondo Monetario Europeo es una opción, pero existen otras sobre la mesa", dijo el primer ministro griego, quien cuestionó la idoneidad del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para regir la buena salud de las finanzas públicas de los países de la Unión Europea, al imponer un castigo económico a los estados que precisamente tienen déficit excesivos.

"Tenemos que asegurarnos de que los países que tienen problemas pero están luchando contra ellos logran apoyo. El castigo contemplado en el Pacto de estabilidad simboliza un fracaso. Para el país y para toda la UE", dijo.

Papandréu también criticó a "las fuerzas financieras responsables de la crisis económica", que fueron salvadas de la bancarrota gracias "al dinero del contribuyente", y ahora "controlan" a los Gobiernos al encarecerles la financiación y acusarles de "los excesivos déficit que emplearon en rescatarlas".

En este sentido, el mandatario griego apostó por llegar a la reunión del G-20, que se celebrará en abril, con un "mensaje europeo fuerte", que apueste por introducir mayor regulación en los mercados.

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