¿Que su hipoteca tiene suelo? ¡Pues cámbiase a iBanesto!, reza la cuña publicitaria. Esta entidad online es una de las que se ha posicionado en el segmento de los préstamos de subrogación, aquéllos que ofrecen un tipo de interés más reducido por cambio de banco.
Hace unos días, Barclays anunció una nueva hipoteca de este tipo a euribor más 0,33% que asume todos los gastos del cambio hasta 3.000 euros. Se suma a las que hay en el mercado de Uno-e, al 0,29% de OpenBank, al 0,38%, que en ambos casos no corren con los gastos del cambio (notario, registrador, tasación, gestor, gastos bancarios e impuestos) que pueden ascender a unos 700 euros con un importe pendiente de 150.000 euros.
A pesar de todo, cambiar de hipoteca compensa en cualquier caso si se tiene la tan vituperada cláusula suelo , que está otra vez de actualidad. De nuevo, a las numerosas denuncias interpuestas por los usuarios de banca, se suma ahora una petición de la asociación Adicae a los diputados del Congreso para que legislen en contra de esta condición que incluyen algunos contratos hipotecarios que hasta ahora sólo puede ser considerada "abusiva" que no "ilegal".
Y es que, recordemos, consiste en que la entidad fija un tipo de interés mínimo (y otro máximo) por debajo del cual no puede quedar el que se cobra al cliente, por mucho que el euribor baje de ese límite. Algo que puede resultar sangrante en momentos como el actual con un indicador en mínimos históricos (febrero cerró al 1,225% de media).
¿Cuánto se encarece la hipoteca?
La cláusula suelo encarece las hipotecas de media unos 2.000 euros, según el dato calculado por la organización de consumidores Facua, que ha observado límites a la bajada del tipo de interés de entre el 1,25 al 4,95%. Si tomamos como referencia el euribor del febrero y lo sumamos a un diferencial medio del 0,75, nos sale un 1,9%, nada menos que hasta 3 puntos porcentuales de diferencia. Lo que puede privar al cliente de una rebaja en su cuota mensual de hasta 280 euros, más de 3.000 euros al año.
¿Qué hacer ante esto? Si su hipoteca tiene un mínimo de cinco años de vida, la puede subrogar. Y si un tribunal declara abusiva la cláusula, solicitar la devolución de los intereses.