
Cuando Akio Toyoda fue nombrado al frente de Toyota con la misión de ayudar a la empresa fundada por su abuelo a superar una crisis económica "sin precedentes en cien años", no imaginaba que esa tarea sería finalmente la más fácil de su mandato.
Nueve meses después de su llegada a lo más alto del primer constructor automotor mundial, las cuentas de Toyota se sanearon gracias a la reactivación del mercado automotor mundial.
Pero este miércoles, Toyoda se encontraba en Estados Unidos para presentarse ante el Congreso norteamericano por el peor caso de defectos técnicos del grupo en sus 73 años de historia, con casi nueve millones de vehículos retirados del mercado, acciones ante la justicia y denuncias por ocultamiento.
Toyoda, el presidente más importante de una empresa japonesa en testimoniar ante una comisión parlamentaria norteamericana, es un hombre al que no le gusta mostrarse y raramente osa hablar en inglés a pesar de sus estudios en comercio en Estados Unidos. Por ello, seguramente hubiera querido evitar esta situación.
Akio Toyoda, de 53 años, es el nieto de Kiichiro Toyoda, quien fundó en 1937 el futuro gigante automotor mundial convirtiendo la fábrica familiar de telas en planta de vehículos. En aquel momento, el nombre 'Toyoda' fue transformado en 'Toyota', ya que en lengua japonesa esa palabra trae buena suerte por su composición.
Toyoda entró al grupo en 1984 y se convirtió en vicepresidente en 2005. Considerado durante mucho tiempo como el heredero natural al máximo cargo de Toyota, su ascenso a ese puesto en junio de 2009 no dejó sin embargo de constituir una sorpresa.
Esta decisión había sido vista como un medio para que Toyota, confrontado a las peores pérdidas de su historia a raíz de la crisis económica, se agrupe rápidamente en torno a un símbolo fuerte, ya que la influencia y el prestigio de la familia Toyoda siguen siendo considerables a pesar de que solo posee el 2% del capital del grupo. De los once presidentes que ha tenido Toyota a lo largo de su historia, seis son de la familia Toyoda.
"Esta crisis tiene una magnitud sin precedentes en cien años. Necesitamos una nueva generación para llevar adelante reformas enérgicas", había justificado entonces el presidente del consejo de administración y ex presidente, Fujio Cho.
Catorce años más joven que su antecesor, Toyoda parecía casi un adolescente en un país acostumbrado a patrones de edad avanzada. Además, su reputación era la de un relativo iconoclasta en el seno del imperio Toyota. Apasionado de los coches de carreras, se mostraba a veces en público en camiseta y se había distinguido en 1998 al crear Gazoo.com, un portal de internet de informaciones sobre el automotor que se convirtió luego en uno de los primeros portales de comercio en línea en Japón.
Pero con la crisis por los defectos técnicos de los modelos Toyota, su imagen de "joven patrón dinámico" fue reemplazada por la de un dirigente que ha dado la impresión de huir de sus responsabilidades y ser incapaz de decidirse.