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Toyota presentará resultados positivos entre una crisis sin precedentes

Tokio, 3 feb (EFE).- Toyota presenta mañana unos resultados trimestrales previsiblemente positivos en medio de una crisis de imagen sin precedentes, por su masiva llamada a revisión de vehículos, que amenaza con salpicar a su exitoso Prius.

El primer fabricante mundial espera presentar mañana beneficios en el último trimestre del pasado año, a pesar de lo cual su presidente, Akio Toyoda, será recibido en una atmósfera pesimista en su primera comparecencia pública desde que estalló la crisis.

Los más de ocho millones de vehículos llamados a revisión en todo el mundo -equivalente a toda su producción prevista para este año- y el cada vez mayor escrutinio de los gobiernos sobre posibles fallos de fabricación ponen a Toyota en una difícil posición, justo cuando comenzaba a recuperarse de la crisis de ventas y de las pérdidas.

A pesar de que los datos que se conocerán mañana no reflejan un problema que se agudizó el pasado mes, esta crisis y la suspensión de las ventas de ocho modelos en EEUU, su primer mercado, sí podrían pesar en los resultados a final del año fiscal, en marzo próximo, para el que ya preveía pérdidas.

El problema comenzó sin mucho ruido en noviembre pasado, cuando las autoridades estadounidenses obligaron a Toyota a llamar a revisión a 4,3 millones de vehículos por un problema causado por una interacción entre las alfombrillas de algunos de sus modelos y el pedal del acelerador.

La solución parecía sencilla y el fabricante nipón pidió además que como medida de precaución se retiraran las alfombrillas.

Pero el mes pasado la alerta aumentó tras algunos accidentes en Estados Unidos con víctimas mortales causados por aceleraciones indebidas de vehículos Toyota, que ha sido acusado de reaccionar tarde.

Desde entonces los vehículos que podrían verse afectados por este fallo de diseño se han extendido rápidamente desde Norteamérica a Europa y China, y posiblemente podrían afectar a otros mercados como Latinoamérica u Oriente Medio.

El discreto presidente Toyoda se enfrentará mañana en Tokio a una prensa que se pregunta cómo el líder mundial del motor, que había fraguado una imagen de calidad dejando atrás a competidores como GM, ha podido caer en esta epidemia de fallos de producción.

Modelos como el Camry, Corolla o RAV4 se habían convertido en los líderes de ventas en sus respectivos mercados y mantenían un imagen de calidad a buen precio que permitieron a Toyota augurar que se producción seguiría creciendo en el futuro.

Las autoridades de EEUU, Japón y Corea del Sur han intensificado su control sobre los vehículos Toyota, muchos de los cuales acaban de salir de las plantas que el fabricante nipón tiene en todo el mundo.

Incluso su éxito de ventas en 2009, la tercera generación del híbrido Prius, presentada en mayo, ha recibido quejas de usuarios de Japón y Estados Unidos por el funcionamiento indebido de los frenos, lo que motivará investigaciones que podrían acabar en nuevas revisiones.

Cerca de 170 conductores en ambos países han puesto reclamaciones por frenos que no funcionan a bajas velocidades y en superficies deslizantes o irregulares en el Prius, la vanguardia en tecnología de Toyota y el coche más vendido de 2009 en Japón.

Hace escasamente una semana, Toyota anunciaba un aumento de sus previsiones de ventas en 2010 del 6 por ciento, pero ayer la marca que simboliza el poderío industrial nipón en el mundo tuvo que reconocer su preocupación de que estos objetivo no se cumplan.

Toyota reveló esta semana la solución al fallo en el pedal del acelerador que provocaba que se quedase atascado o retrocediese lentamente, lo que no ha evitado que el Gobierno de EEUU haya pedido una audiencia en el Congreso y sugerido posibles sanciones.

Esta multa se sumaría a los 2.000 millones de dólares que creen los analistas que costará reparar el polémico acelerador en todo el mundo, a lo que habría que añadir el coste intangible de unos consumidores que ya no perciben en la marca Toyota el símbolo de la eficiencia y calidad de otros tiempos.

Jairo Mejía

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