
El fabricante de automóviles japonés Toyota, forzado a retirar millones de vehículos en el mundo debido a pedales de acelerador defectuosos que dañaron seriamente su imagen, develó el lunes su solución y anunció que reinicia la producción en Estados Unidos en una semana.
El gigante automovilístico japonés anunció la semana pasada el retiro de 4,5 millones de vehículos Toyota vendidos en todo el mundo por un problema en el pedal del acelerador -elaborado por el fabricante estadounidense de autopartes CTS-, que puede ocasionar que quede bloqueado en posición de aceleración.
Jim Lentz, número uno de Toyota en Estados Unidos, se excusó el lunes ante los consumidores en un mensaje de video: "Los dejamos de lado", admitió.
La división estadounidense del grupo Toyota Motor Sales (TMS) explicó el lunes haber "desarrollado y probado rigurosamente una solución" a fin de impedir el bloqueo del pedal en posición de aceleración.
Los concesionarios deberían comenzar a recibir las piezas "el martes o miércoles" y la operación debería durar "cerca de media hora" por vehículo, detalló Lentz en una conferencia telefónica con periodistas. Las reparaciones podrían comenzar "el próximo fin de semana".
"Los ingenieros desarrollaron y probaron rigurosamente una solución que refuerza el pedal, para eliminar el exceso de fricción que causó el bloqueo del acelerador en algunos casos", señaló TMS, y las piezas de recambio "ya fueron expedidas a los concesionarios", que están siendo instruidos para efectuar la reparación.
Toyota dijo no estar en capacidad de establecer el costo de la gigantesca operación, ni el tiempo que tomará. Pero sí anunció que reiniciará el 8 de febrero la producción segura en Estados Unidos de los modelos afectados.
"No podemos hacer ningún comentario" sobre la situación en Europa, señaló TMS, aunque un portavoz europeo había afirmado previamente que el fabricante japonés aplicaría "la misma solución en Europa" que en Estados Unidos.
Toyota había anunciado el viernes el retiro de 1,8 millones de vehículos (Aygo, iQ, Yaris, Auris, Corolla, Verso, Avensis et RAV4) en Europa, más 2,3 millones en Estados Unidos, 270.000 en Canadá y 75.000 en China. El total es más que la cantidad de vehículos vendidos por el grupo en un año en el mundo.
Hertz, número uno mundial de alquiler de vehículos, anunció por su lado durante el fin de semana que retira de su catálogo los Toyota incriminados, hasta que el problema sea resuelto.
Por su parte, el fabricante francés PSA Peugeot Citroën anunció el lunes la retirada de 97.000 automóviles Peugot 107 y Citröen C1 producidos entre febrero de 2005 y agosto de 2009 en una fábrica que comparte con Toyota en República Checa.
El grupo japonés podría además tener que hacer frente a demandas. Este lunes, conductores y pasajeros de vehículos Toyota en Canadá entablaron una demanda colectiva en su contra ante la Corte Suprema de Justicia de Ontario.
El asunto de los pedales defectuosos es una pesadilla para Toyota. El gigante nipón ya se enfrenta a críticas según las cuales habría sacrificado la legendaria calidad de sus coches para elevar su crecimiento a ultranza y alzarse, en 2008, como el primero mundial en el sector.
A la cabeza de Toyota hace menos de un año, el presidente Akio Toyoda, nieto del fundador del grupo, se mantuvo reservado desde el inicio de la crisis. El empresario se limitó a presentar breves excusas ante un equipo de la televisión japonesa NHK que lo seguía en el foro de Davos, en Suiza.
En la Bolsa de Tokio las acciones bajaron fuertemente por séptima jornada consecutiva, perdiendo 1,14% a 3.450. El título perdió 18% desde el 21 de enero.