
El gigante Rusal, mayor productor mundial de aluminio, se convirtió este miércoles en el primer grupo ruso en cotizar en la bolsa de Hong Kong, antes de hacerlo también de forma inédita en el mercado europeo NYSE Euronext de la bolsa de París.
Se trató de la mayor introducción en la bolsa de Hong Kong de una empresa no china. Presente en 19 países, el grupo Rusal emplea a 75.000 personas en el mundo y asegura el 12% de la producción mundial de Aluminio (ALUM.212)
Con tendencia a la baja desde el inicio de la sesión, la acción de Rusal terminó en 9,66 dólares de Hong Kong (HK), una bajada del 10,56% respecto a su precio de introducción, de 10,80 dólares hongkoneses.
Para esta introducción, Rusal captó 2.240 millones de dólares al colocar 1.610 millones de acciones a 10,80 dólares hongkoneses cada una (1,4 dólares).
En París, Rusal inició su primera sesión perdiendo un 0,50%, a 17,84 euros.
Rusal es el buque insignia del oligarca ruso Oleg Deripaska, de 42 años, presente en Hong Kong, quien aseguró que su objetivo era el amplio mercado chino. "Creemos en el crecimiento de Asia. Esto es una primera etapa, otras empresas rusas vendrán a introducirse en la bolsa de Hong Kong", dijo Deripaska a los periodistas.
Sin embargo, la introducción en Hong Kong suscita controversias en la medida en que está sujeta a numerosas restricciones: las transacciones están reservadas a inversionistas institucionales y "profesionales", que deben adquirir un importe de acciones por un mínimo de un millón de dólares hongkoneses (130.000 dólares). En París, la adquisición de títulos Rusal también está limitada a inversionistas institucionales y profesionales.
Además, las 1.100 páginas del folleto de introducción bursátil advierten sobre los riesgos del grupo: un endeudamiento de 15.000 millones de dólares, el peligro de quiebra en caso de hundimiento de las cotizaciones de los metales y varias demandas judiciales en curso contra Deripaska, asimismo sospechoso de haber mantenido relaciones con la mafia.
"No por empezar a cotizar la gente se va a lanzar a comprar una acción", comentó Howard Gorges, corredor de la South China Securities. "Sigue habiendo nubarrones sobre este grupo". añadió.
El controvertido Deripaska edificó a partir de la nada este inmenso imperio industrial, que superó a duras penas la crisis económica de 2008-2009. Deripaska, de origen modesto, supo aprovechar la turbulenta época que siguió la caída de la URSS en 1991, lanzándose al mundo de los negocios. Empezó adquiriendo la fábrica de Saiansk (Siberia) y luego participó en la guerra que se libró por la toma de control del aluminio siberiano, que causaría incluso varios muertos.
En 1996 fundó el grupo Sibal, que se convertiría en Rusal en 2000, ya como líder ruso del sector tras una fusión con el departamento de aluminio de Sibneft. Seis años más tarde, el grupo era ya líder mundial, gracias a una megafusión con su homólogo Sual y parte de los activos del suizo Glencore.
Deripaska se había casado en 2001 con Paulina, hija Valentin Yumashov, yerno y eminencia gris de Boris Yeltsin, con lo que integró plenamente la 'Familia', como se conoce a los miembros influyentes del entorno del ex presidente. Luego supo conquistar la estima de quien sería el nuevo hombre fuerte de Rusia, Vladimir Putin.
En 2008, la revista Forbes ubicó a Deripaska como primera fortuna de Rusia, con 28.600 millones de dólares. Pero la crisis lo golpeó y en 2009 su fortuna se redujo a 3.500 millones de dólares. Rusal se enfrentó a un endeudamiento colosal y debió prescindir de ciertos activos. Las autoridades rusas acudieron en su ayuda, ofreciéndole un providencial préstamo de 4.500 millones de dólares. Gracias a ello, el oligarca consiguió obtener de los acreedores de su grupo, a finales de 2009, un reescalonamiento de su deuda.