
Luces en los árboles, buenos deseos para el año siguiente y un señor vestido de rojo que trae regalos. Son algunas de las tradiciones navideñas que año tras año se repiten por estas fechas, igual que el tradicional y esperado rally de Santa Claus.
Este fenómeno, detectado en 1972 por Stock Trader Almanac, una publicación especializada en estadísticas bursátiles, indica que la tendencia de la bolsa entre las últimas cinco sesiones del año y las dos primeras siguientes es subir.
Este año, si hay rally, se llevará a cabo entre las sesiones del 24 de diciembre al 5 de enero. Es un fenómeno que los últimos 40 ejercios se ha repetido en 29 ocasiones en el índice norteamericano S&P 500. Es decir, que se produce 3 de cada 4 años, por lo que son fechas en las que los alcistas suelen apostar por su tendencia con bastante seguridad, aunque se pueden equivocar.
No opere a corto plazo
Lo más idóneo para intentar que Santa Claus le deje un regalo extra en versión de plusvalías es, en vez de seguir una estrategia ligada a acciones, apostar por la tendencia alcista de los índices estadounidenses, algo que puede hacer a través de futuros, ETF o productos derivados como los CFD (contratos por diferencias).
No obstante, como Santa Claus es caprichoso y algunas veces se deja alguna chimenea sin explorar, nunca opere con un objetivo de corto plazo y menos con productos apalancados sin la protección de una orden de venta condicionada a un nivel de pérdidas.