
La semana pasada hablábamos de que el oro, impulsado por diferentes intereses, continuaba alcanzando cotas nunca vistas. Pues bien, el metal ha continuado la senda alcista y hemos visto como se superaba la barrera de 1.200 dólares por onza.
Los mercados bursátiles al alza, la debilidad del dólar, algún susto en los mercados de crédito y el constante avance del precio del resto de materias primas pueden ser buenas razones para invertir en el precioso metal. Pero no olvidemos que este mercado está sometido a muchas presiones.