Managua, 27 feb (EFECOM).- Un juez nicaragüense ordenó a la Superintendencia de Bancos (SIB) de Nicaragua restablecer la licencia de operación al desaparecido Banco Europeo de Centroamérica (BECA), pagar sus utilidades y el "lucro cesante" por hasta 65,8 millones de dólares, informó hoy una fuente judicial.
La portavoz de los juzgados de Managua, Janellys Carillo, dijo a Efe que ese fallo fue emitido por el juez Néstor Castillo el 21 de febrero pasado a favor del empresario y ex aspirante a la Presidencia Álvaro Robelo, ex titular de esa institución bancaria.
El BECA fue declarado en "quiebra técnica" el 13 de julio de 1996 por la SIB, debido a supuestos desvíos de fondos y malos manejos.
Sin embargo, el juez Castillo declaró nulo todo lo actuado por la SIB en torno al caso del BECA, agregó la fuente.
La oficina de prensa de la SIB informó a Efe de que tendrán una declaración sobre esa sentencia mañana, debido a que su presidente ejecutivo, Víctor Urcuyo, se encuentra fuera del país.
La fuente de los juzgados de Managua señaló que ese fallo es producto de un proceso que Robelo, aliado político del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), entabló contra la SIB por supuestos daños y perjuicios.
Robelo, que formó en 1996 el partido "Arriba Nicaragua", ahora aliado del FSLN en la Convergencia Nacional, exige al Estado 65,8 millones de dólares en indemnización por supuestos daños y que los mismos sean incluido en el presupuesto nacional.
La Procuraduría General de Nicaragua, representante del Estado, no se ha pronunciado aún sobre la defensa a tomar en ese caso.
El fallo judicial ordena a la SIB devolver a Robelo, que también es ciudadano italiano, "todo lo que hubiera recibido" con motivo del acto de intervención del BECA, así como la autorización para operar como banco, las utilidades generadas y el lucro cesante dejado de percibir.
El BECA fue intervenido y liquidado por la SIB, según el informe oficial, por supuestos créditos otorgados de manera irregular y la falta de consistencia en los informes financieros y contables.
El informe señala que con base en la evaluación y análisis de los estados financieros de ese banco, que abrió al público en septiembre de 1994, se encontraron con varias situaciones que conllevaron al deterioro del banco, como la pérdida del 49,72 por ciento de su patrimonio, por encima del 35 por ciento que era lo permitido, según la SIB.
Los depósitos del BECA, que inició operaciones con un capital social de 12,7 millones de dólares y era de 7,8 millones del papel verde cuando fue intervenido, fueron vendidos por 25 millones de dólares al Banco de Crédito Centroamericano (Bancentro) y las deudas absorbidas por el Estado durante el gobierno de Violeta Chamorro (1990-1997). EFECOM
lfp/lbb/cpy/jla