Mientras que en parte del mundo desarrollado los precios del sector inmobiliario siguen corrigiendo los excesos de los últimos años, esta semana hemos conocido que el precio de los terrenos inmobiliarios destinados a uso residencial en China ha subido en el último año un 169%, alcanzando su máximo histórico.
Esto comienza a preocupar tanto al gigante asiático como al resto del mundo. Puede que ya tengamos en marcha la próxima burbuja.