El banco de central de Nueva Zelanda ha mantenido tipos esta madrugada en los niveles actuales, al 2.5%, lo que supone continuar con su política expansiva manteniendo así sus tasas en mínimos históricos.
Lo cierto, es que el mercado prácticamente descontaba esta decisión, aunque la subida de tipos en Australia abría la puerta para algún ajuste al alza, pero lo que el mercado esperaba eran pistas sobre el horizonte temporal para la posible reversión de algunas medidas expansivas. En este sentido, la entidad señaló que estas se mantendrán al menos hasta julio del año que viene, echando de este modo por tierra las especulaciones sobre la posibilidad de que esta fecha se anticipase a enero si se diese un efectivo repunte económico.
La reacción en el mercado de divisas no se ha hecho esperar, y el dólar neozelandés (Kiwi) ha caído frente a los principales cruces. Esta moneda tradicionalmente se ha visto beneficiada por sus elevados tipos, lo que ha atraído un importante flujo de capital extranjero buscando altas rentabilidades.
De este modo, también ha sido uno de los principales países a los que se han dirigido las operaciones denominadas carry trades financiándose en los últimos años en yenes, dado su bajo coste, lo que provocó, hasta el estallido de la actual crisis económico financiera, un paulatino fortalecimiento del kiwi frente al yen. Actualmente, como se ha comentado más arriba, los tipos se mantienen en sus mínimos históricos, ejerciendo cierta presión bajista sobre su moneda.
No se debe olvidar que hablamos de una economía que depende en gran medida de las exportaciones, por lo que la evolución de su economía está bastante asociada a su moneda: un kiwi más caro restará competitividad a sus productos mientras que al contrario fomentará las exportaciones.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que los planes de estimulo puestos en funcionamiento por las autoridades monetarias han incrementado de forma importarte su déficit presupuestario, lo que presiona para ofrecer una rentabilidad atractiva a inversores extranjeros para conseguir financiación.
La situación y las decisiones actuales respecto a los tipos no son fáciles y se deben tener en cuenta diferentes elementos para valorarlos, el entorno económico continua siendo muy complicado, pero en general las principales autoridades monetarias se decantan más por la continuidad de las medidas expansivas que por adelantarse en la reversión de las medidas de estimulo, el riesgo de este posicionamiento es un rápido crecimiento de la inflación, aunque por el momento, los precios parecen mantenerse bajo control.