Bolsa, mercados y cotizaciones

El Tesoro empieza a verle las 'orejas al lobo'

Octubre está enviando un serio aviso al Tesoro Público, el organismo encargado de la emisión de deuda pública española. Las seis subastas que ha celebrado este mes le han salido más caras que las efectuadas en septiembre.

En todos los tramos, desde las letras a tres meses hasta las obligaciones a 10 años, se ha rascado más el bolsillo, un aviso en toda regla que sólo tiene un precedente, registrado en junio, y que en caso de prolongarse confirmaría la llegada de un nuevo escenario en el que se encarecerían los costes de financiación.

Más intereses

En promedio, y por cada millón emitido, la cantidad que deberá abonar en intereses ha crecido en 13.150 euros, casi un 2% más que el mes pasado. Sin embargo, esta fotografía queda amortiguada porque el aumento de los intereses en los productos a más largo plazo, como los bonos a a tres y cinco años y las obligaciones a 10 años, son los que menos han repuntado. Apenas un 6,8, un 3,1 y un 0,15 por ciento, respectivamente.

Por el contrario, el incremento medio en las letras a tres, seis y 12 meses ha crecido un 33,6%. Este salto quedó refrendado en la subasta de títulos a 12 meses que realizó ayer el Tesoro. Los colocó con un interés medio del 0,925%, por encima del 0,713% del mes pasado. En dinero, equivale a que, por cada millón emitido, el organismo abonará 9.250 euros en intereses, un 29,7% más que en septiembre. Y no es poco, teniendo en cuenta que lanzó 4.567,1 millones de euros, entre los 4.000 y los 5.000 millones que se había propuesto captar. La demanda ascendió a 8.789,5 millones.

Seria advertencia

Estos incrementos, notables en el caso de los títulos a más corto plazo, responden a la subida de los rendimientos en los mercados secundarios de deuda pública. No en vano, la rentabilidad de las letras a 12 meses ha pasado en el último mes del 0,72 al 0,82%, una evolución similar al registrado en los mismos títulos alemanes, que han pasado del 0,7 al 0,78%.

Sin embargo, el hecho de que responda a una tendencia general no significa que haya que despreocuparse. Representa una antesala de lo que puede ocurrir en el futuro, puesto que los rendimientos se encuentran en zona de mínimos históricos y, en cuanto el Banco Central Europeo (BCE) modifique su estrategia monetaria y eleve los tipos de interés, en el futuro continuarán repuntando. En este sentido, las previsiones recogidas por la agencia financiera Bloomberg anticipan que el rendimiento de los bonos españoles a dos años pasará del 1,7% actual al 3,1% a finales de 2010.

Un segundo aspecto también enseña las orejas del lobo al Tesoro. Además del repunte general de los rendimientos, ayer desembolsó 10 puntos básicos adicionales -o un 0,1%- por encima del nivel en el que se encuentran las letras a un año en el mercado. Esta prima encarece igualmente la factura, y su continuidad en el tiempo reflejaría que el mercado exige un esfuerzo extra a la deuda española.

Si ambas cuestiones ya representan una seria advertencia para el Tesoro en el presente, aún lo son más pensando en que, en 2010, las emisiones brutas podrían batir todos los registros y ascender a 211.500 millones de euros. Si fuera así, rompería el récord con el que se va a saldar 2009. A poco más de dos meses para concluir el ejercicio, las colocaciones brutas rondan los 183.000 millones de euros.

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