
El oro, en su doble papel de activo refugio y protección contra la inflación, continúa con su escalada de precios.
Numerosos analistas técnicos insisten en que su precio objetivo es superior a los 1.100 dólares por onza (en realidad lo fijan en un intervalo situado entre los 1.100 y los 1.350) y esta semana hemos conocido cómo varios gestores de fondos están incrementando su exposición al preciado metal. En esta ocasión, el precio ha superado sin mucha resistencia el valor de los 1.000 dólares, y no muestra debilidad en su ascenso.