
Zaragoza, 16 oct (EFE).- Magna se ha comprometido a que la planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) tenga un volumen de producción mínimo del 70 por ciento entre 2010 y 2013 y a hacer inversiones en la factoría, sin especificar cuantías ni fechas, una propuesta que consideran insuficiente el comité de empresa y el Gobierno de Aragón.
Esos son algunos de los ocho puntos del nuevo documento que Magna ha propuesto y que hoy los Gobiernos de Aragón y central han trasladado en una reunión a la comisión permanente del Comité de Empresa de la planta de Figueruelas.
Tras el encuentro, el presidente del Comité, Juan José Arcéiz, ha considerado que esta nueva propuesta incluye "leves avances", porque garantiza un futuro a largo plazo, al menos hasta 2018 con la nueva generación del Corsa, pero en el corto plazo aún hay cuestiones por cerrar, ha dicho.
En cuanto al ajuste de personal, ha especificado que el nuevo documento no recoge ninguna cifra concreta, pero Magna asegura que se hará con medidas "socialmente responsables" con expedientes de extinción.
A este respecto, el consejero de Economía, Alberto Larraz, en una comparecencia posterior, ha matizado que Magna sigue planteando más de mil despidos, al tiempo que ha comentado que las ayudas de los gobiernos de Aragón y central no estarán "encima de la mesa" hasta que no se apruebe la reestructuración, si bien el aval aprobado por el Ejecutivo aragonés de 200 millones de euros está "prácticamente acabado".
Sobre los despidos, Arcéiz ha señalado que el comité de empresa "no va a dar por buenos" ni los inicialmente previstos, 1.672, ni la reducción de esa cifra en 350 planteada después ni ninguna otra hasta que no esté cerrado el plan industrial, que es el que va a marcar el número de personas necesarias para fabricar el volumen que se fije.
Arcéiz ha valorado que por primera vez Magna "plasma" que va a hacer inversiones en Figueruelas, en la línea de producción que quiere flexible y más productiva para fabricar los modelos Corsa y Meriva, si bien la secretaria del comité, Ana Sánchez, ha matizado que hay un "desajuste", ya que asegura una producción de 478.000 vehículos pero no especifica que habrá inversiones en la otra línea.
El presidente del Comité ha insistido en que uno de los cambios respecto a la oferta anterior es garantizar una producción del 70% en Figueruelas "como mínimo" y que la planta alemana de Eisenach tenga un máximo de 30%.
"Eso quiere decir que nosotros podremos pasar, dependiendo de qué modelos haya que fabricar, de ese 70%, pero Eisenach nunca podrá pasar de ese 30%", ha subrayado Arcéiz.
Además, Magna plantea "con más claridad" que la nueva generación del Corsa, a partir de 2013, se va a producir en Zaragoza, con un volumen de producción del 72 por ciento, mientras que Eisenach tendrá el 28% restante.
En cuanto a la nave de prensas, ha comentado que la oferta de Magna se mantiene como hasta ahora y los vehículos se estamparán en las fábricas que hagan la mayoría del modelo a fabricar.
Arcéiz ha valorado además que Magna se refiera por primera vez a los proveedores, con el compromiso de fortalecer su volumen para mejorar los costes de eficiencia y competitividad.
También ha resaltado que Magna liga el plan industrial a llegar a un acuerdo en el plan de ahorro y por ahora "es insuficiente" para que el comité de empresa negocie ese aspecto, si bien la secretaria ha apuntado que si la comisión permanente del comité no acepta la nueva propuesta de Magna no entrarán en ese plan de ahorro.
No obstante, Arcéiz ha remarcado que los "tiempos" para el acuerdo los va a marcar el comité, que no se va a dejar influir por el calendario que tenga Magna para firmar la compraventa con General Motors, y ha vaticinado que la comisión permanente va a considerar insuficiente esta propuesta por la postura que ya han manifestado los sindicatos.
Ana Sánchez ha hecho hincapié también en la "disparatada" situación que se da en esta negociación, ya que el Comité de Empresa lleva mucho tiempo sin "interlocutor al otro lado de la mesa", porque Magna, con cuyos representantes sólo se han reunido una vez, todavía no ha adquirido GM Europa y los gobiernos aragonés y central hacen de mediadores.
Por su parte, el consejero de Economía, Alberto Larraz, ha considerado que la nueva oferta supone un avance porque "garantiza un cierto futuro", pero no es el documento "final" porque quedan cuestiones por atar, como los despedidos, en los que Magna está "bastante atrancada en los números".
Larraz, quien ha comparecido junto al consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha destacado que el procedimiento de negociación está siendo "complicado y muy lento", General Motors "no ha dado un paso al frente" y Magna está "dirigiendo absolutamente todo" y ha indicado que aún durará "tiempo".