Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado espera que todos los resultados sean como los de Alcoa

El debate actual sobre si el rally que comenzó en marzo puede continuar o no probablemente se va a resolver en función de la temporada de resultados empresariales del tercer trimestre, que comenzó ayer con los de Alcoa. No hay que olvidar que eso fue lo que ocurrió con la temporada del segundo trimestre: después de un movimiento lateral de tres meses, los índices rompieron al alza en julio con unos resultados mucho mejores de lo esperado.

Que la historia se repita ahora va a depender de una serie de factores. En verano, los inversores se conformaron con que las empresas batieran las expectativas gracias a los recortes de costes, pero ahora probablemente exijan más: que los ingresos empiecen a crecer, lo que demostraría que la economía ha empezado a recuperarse.

"El mercado quiere ver lo que le enseñan las empresas, porque está buscando pruebas de que ha vuelto el crecimiento", afirma John Stolzfus, estratega de la firma Ticonderoga Securities.

Y de momento, ayer tuvo la primera de esas evidencias, porque Alcoa dio beneficios en vez de la pérdida que se esperaba. Y aunque los ingresos cayeron un 33% respecto a hace un año, hasta 4.620 millones de dólares, superaron las previsiones del consenso de 4.500 millones. Alcoa es el más pequeño de los miembros del Dow Jones, pero sus resultados suelen ser un indicador fiable de cómo va a ser la temporada para el conjunto de las compañías.

Claves en la próxima semana

Una temporada que empezará en serio la próxima semana, cuando conoceremos las cuentas de Johnson & Johnson (martes), JP Morgan (miércoles) y Google y Goldman Sachs (jueves). Ahí empezaremos a ver si las empresas siguen logrando beneficios gracias a los menores costes -sobre todo por los despidos- o si hay un crecimiento de los ingresos.

"Es importante ver crecimiento de los ingresos, porque los costes no se pueden reducir más. Y no basta con ver un crecimiento provocado por la reposición de inventarios, tiene que haber nueva demanda", opina Beth Larson, de Evermay Wealth Management.

El consenso espera una caída de los beneficios del 23% interanual para el conjunto del S&P 500, y del 7% respecto al segundo trimestre. Además, los inversores prestarán especial atención a algunos sectores clave: se espera que los defensivos -bienes de consumo básico y farmacia, entre otros- sean los que mejor se comporten, y también hay muchas esperanzas en las multinacionales, que deben beneficiarse de la debilidad del dólar.

El sector financiero también será protagonista para ver si empieza a recuperarse después de la catástrofe. Las expectativas son una nueva caída de los beneficios, por undécimo trimestre consecutivo, esta vez del 28%. Pero también se espera que los ingresos empiecen a estabilizarse gracias a los mayores márgenes derivados de los tipos cero y a las comisiones.

Las previsiones, más importantes que los resultados

Otro factor importante serán las previsiones de futuro que den las compañías, ante las incertidumbres sobre la solidez de la recuperación económica. Hay muchas esperanzas en que estas previsiones superen a las de los analistas, porque éstos suelen pecar de conservadores después de una recesión, y también porque, precisamente, la salida de la recesión suele provocar una revisión al alza de las expectativas.

La cuestión es qué pasará si los resultados y las previsiones son menos espectaculares que en el segundo trimestre. Muchos piensan que entonces el rally se frenará y llegará, al menos, una fuerte corrección. Pero hay quien cree que el mercado simplemente se moverá en lateral a la espera de otro catalizador para seguir subiendo, según Jeff Cox, de CNBC.com. Y vista la fortaleza de la tendencia alcista, no hay que descartarlo.

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