
Zaragoza, 6 oct (EFE).- El vicepresidente del Gobierno aragonés, José Ángel Biel, ha apostado hoy por "prepararse" y diseñar un "plan estratégico" o un programa "especial" en la Comunidad para dar respuesta al "efecto evidente" que la crisis de General Motors va a tener en Aragón desde el punto de vista económico y social.
Biel ha recalcado, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, que si la factoría de Figueruelas (Zaragoza) es la mejor planta que tiene GM en Europa "no se puede perder", y por ello ha pedido al Gobierno central y a Europa "que se mojen más" en este asunto.
Ha lamentado que el protagonismo en la negociación sobre el futuro de GM lo haya tenido Alemania y su presidenta, Angela Merkel, quien "estaba en periodo electoral", y ha criticado la poca presencia de Europa en esta cuestión, que va a tener un efecto evidente en la Comunidad aragonesa, sobre todo en el empleo.
Por su parte, el consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha reconocido que al Gobierno de Aragón no le gusta el plan que Magna presentó ayer a los trabajadores de Figueruelas porque "tiene algunas incertidumbres", y ha considerado que es el momento de analizar más a fondo los recortes de plantilla que ayer se anunciaron por parte de la empresa.
El traslado de parte de la estampación de las prensas a Alemania es una de las cuestiones que no gustan a Aliaga, quien ha opinado que en Figueruelas se debe mantener "la versatilidad de la producción del Corsa de tres y cinco puertas" y asegurar el lanzamiento del nuevo modelo del futuro Corsa.
Hay dos modelos de los tres que tenemos fabricando en la factoría zaragozana que están en su parte final, ha recordado el consejero aragonés, quien ha apostado por trabajar "a más futuro".
No obstante, ha reconocido que en la multinacional automovilística "hay que hacer un ajuste" teniendo en cuenta la evolución de las ventas en los últimos años, pero ha apostado por que se haga "buscando un proyecto de futuro sobre bases sólidas" y con criterios "de eficacia y eficiencia".
A juicio del consejero, la situación es "muy compleja" teniendo en cuenta que Opel vendía 1,6 millones de vehículos en 2007, casi medio millón de ellos fabricados en Figueruelas, y en 2009 se cerrarán las ventas con 1,1 millones, por lo que "sobran 500.000 vehículos".
Preguntado sobre una futura reunión con Magna, Aliaga ha dicho que ya hay contactos a través de correo electrónico y aunque "está prevista", habrá que esperar porque "el proceso pasa por que se negocie y se llegue a acuerdo con los trabajadores", algo "clave para que avance el proceso de reestructuración".
Magna planteó ayer reducir en 350 los despidos en Figueruelas, de los 1.700 anunciados inicialmente a 1.350 trabajadores.