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'Larga marcha' de China para destronar al dólar estadounidense

Lenta pero inexorablemente, como gusta en los círculosde poder de Pekín, China iniciará el próximo 28 de septiembre su particular 'Larga Marcha' para destronar al dólar. Ese día, el Gobierno chino tiene previsto, por vez primera, la emisión en Hong Kong de bonos soberanos denominados en yuanes por valorde 878,5 millonesde dólares.

Con ello no sólo impulsa el fortalecimiento de la ex colonia como centro financiero internacional, sino que da un paso decisivo para -según el propio Ministerio de Finanzas- internacionalizar el estatus del yuan. La maniobra de Pekín es coherente con el discurso que han hecho público las autoridades económicasdel gigante asiático, desde el primer ministro Wen Jiabao al Banco de China, desde el mes de marzo con respecto al dólar.

Sus temores a que un billete verde claramente bajista haga perder poder adquisitivo a sus activos internacionales en dólares, ha hecho perder la confianza en la divisa estadounidense al Ejecutivo comunista. Cualquiera lo estaría: los analistas estiman que el 75% de sus 2,1 billones de dólares en reservas están invertidos en activos en dólares. Por tanto, la crisis del dólar ha obligado a Pekín a pasar a la acción. Lo que tiene una doble vertiente: la diversificación de sus reservas internacionales y la retirada gradual del patrón dólar.

Los primeros pasos

En los últimos meses ha acordado con los Bancos Centrales de Argentina, Corea del Sur, Malasia, Hong Kong, Bielorrusia e Indonesia la formalizaciónde swap cambiarios para que dichos países puedan pagar sus importaciones chinas en yuanes. También ha empezado a reducir paulatinamente su tenencia de bonos del Tesoro de Estados Unidos, aunque esa retirada no puede ser violenta.

Ahora, con la decisión de emitir en Hong Kong esa pequeña pero significativa cantidad -878 millones de dólares-de bonos soberanos en yuanes, sienta las bases para cambiar las reglas del juego a largo plazo. Esto es, que en el futuro el dólar deje de ser la moneda de reserva internacional. Incluso, desde la perspectiva del Gobierno, Pekín no descarta que sea la divisa china la que asuma el rol de moneda estable.

En un escenario donde las empresas chinas están ya invirtiendo globalmente, desde el desembarco de China Unicomen Telefónica o del sector minero chino en el australiano, les interesa una moneda fuerte y estable. De hecho, la tendencia a salir al extranjero de las grandes corporaciones estatales es, más allá de las razones geoestratégicas, una consigna oficial para diversificar sus reservas en sentido amplio: de acumular activos financieros a corto plazo a activos corporativos a largo.

Ahora bien, ese eventual escenario futuro que colocará su primera piedra el día 28 sólo se contempla a largo plazo: no ocurrirá mientras el yuan sea no convertible. Y, desde luego, China no liberalizará el yuan mientras su modelo de crecimiento dependa de unas exportaciones que requieren una moneda infravalorada para ser competitiva.

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