La estatal petrolera brasileña Petrobras conservará una participación mínima del 30% en la explotación del petróleo hallado por Brasil en aguas profundas, en bloques que podrán estar abiertos a la participación privada mediante procesos de licitación, anunció la firma en un comunicado al mercado este lunes.
El anuncio de la petrolera adelanta algunas de las disposiciones contenidas en el nuevo marco regulatorio para la explotación del petróleo brasileño en aguas profundas, que será presentado por la tarde en Brasilia por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Despejando una incógnita para los mercados, PETROBRAS <:XPBR.MC:>(XPBRA.MC)anunció entonces que, si bien será la operadora de los yacimientos y por lo tanto tendrá el control operativo de los bloques de producción, el Estado federal podrá "contratar exclusivamente" a la firma estatal o "realizar licitaciones con libre participación de las empresas" privadas para explotar las ricas reservas.
"En las áreas que fueran licitadas, se asegurará a Petrobrás una participación mínima del 30%" y además "la compañía podrá participar de los procesos licitatorios" en competencia con firmas privadas, y aumentar así su participación en las ganancias, explicó el comunicado.
Las empresas ganadoras de las licitaciones serán aquéllas que entreguen más beneficios al Estado federal, añadió. De tratarse de una empresa privada que comparta la producción con la estatal petrolera, "Petrobras deberá acompañar (en su parte de 30% de la explotación) el porcentaje (de ingresos) ofrecido al Estado Federal por la adjudicataria vencedora".
El proyecto prevé además la creación de una nueva empresa estatal de gestión, encargada de representar al Estado en la negociación de los contratos para compartir la producción. Esta empresa, aclara el comunicado, no realizará tareas de exploración o extracción, ni inversiones, pero participará en los comités que definirán las actividades de los adjudicatarios.
Las reservas petroleras brasileñas en aguas profundas (entre 5.000 y 7.000 metros de profundidad debajo de una gruesa capa de sal), se estiman en unos 50.000 millones de barriles, lo que, de confirmarse, podría convertir a Brasil en uno de los grandes exportadores mundiales de petróleo.