
Berlín, 13 ago (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió hoy de que no puede darse por zanjada la crisis y afirmó que las cifras positivas sobre la evolución de la economía del país son sólo "una muy pequeña plantita de esperanza".
Los últimos indicadores económicos son positivos, pero no hay que lanzar "esperanzas prematuras de un rápido final de la crisis económica", dijo Merkel, en un acto de la radio pública alemana.
Pese a esa evolución, la economía alemana registrará este año un retroceso de "más o menos" un 6 por ciento, recordó Merkel.
Esto significa que "no puede decirse que superamos la crisis, sólo porque por primera vez vayamos un poco hacia arriba".
Anteriormente, el ministro de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, había expresado su satisfacción por las cifras positivas difundidas hoy sobre la evolución económica, que calificó de "alentadoras", pero advertido asimismo contra reacciones eufóricas.
Según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística, el Producto Interior Bruto (PIB) registró en el segundo trimestre un ligero crecimiento, por primera vez desde el primer trimestre de 2008.
De acuerdo a estas cifras, el PIB experimentó en el segundo trimestre un incremento del 0,3 por ciento en comparación con los tres meses precedentes.
A juicio de Guttenberg, la incipiente recuperación demuestra que los planes de reactivación económica con los que el gobierno ha respondido a la crisis financiera y económica han sido acertados, pero añadió que "el camino hasta que nuestra economía alcance el nivel del año pasado todavía es largo".
Según los datos de la Oficina de Estadística, en relación con el segundo trimestre de 2008, el PIB se redujo en un 7,1 por ciento.
La citada entidad revisó además los datos correspondientes al primer trimestre, y en lugar de un retroceso del 3,8 por ciento con respecto al último parcial de 2008 calculado en las cifras provisionales, el retroceso sólo fue del 3,5 por ciento.
El ligero crecimiento durante el segundo trimestre se debió fundamentalmente a los impulsos registrados en el consumo interno, y en las inversiones públicas.
También el comercio exterior contribuyó a dar un impulso a la economía; aunque la demanda exterior disminuyó como consecuencia de la crisis mundial, las importaciones se redujeron más que las exportaciones, lo que contribuyó a mejorar el superávit de la balanza comercial.
Los datos publicados hoy son mejores de lo esperado por los expertos, que habían partido de un nuevo retroceso en el segundo trimestre.