
El Eco 10, el índice creado por elEconomista y Stoxx, le saca más de cinco puntos porcentuales al Ibex 35 desde su creación. Pero no es fruto de la casualidad, sino de la forma en que se compone, a raíz de las previsiones para cada trimestre de 50 firmas de bolsa.
Por eso, se ha ganado el reconocimiento de expertos como John Prestbo, editor y director ejecutivo del mítico índice estadounidense Dow Jones -elaborado también por Stoxx- que cerró la semana pasada en zona de máximos históricos.
P ¿Cuáles son las claves de un índice para tener éxito entre los inversores?
R La clave son las compañías que lo constituyen. Por ejemplo, el año pasado el Dow Jones Industrial Average, formado por 30 compañías, creció mucho más que el S&P 500. Algo parecido sucede con el Eco 10, dónde esa selección de compañías tiene más en cuenta a los inversores que las 35 que componen el Ibex.
P ¿Algún consejo para el Eco10?
R Mi principal consejo es que ninguna de las compañías elegidas en el índice juegue un papel de inversión a corto plazo. Hay que estar seguro de que su impacto en la economía de España sea considerable y que en los próximos cinco años seguirá siendo relevante para los inversores. No debe centrarse en un éxito pasajero.
P ¿Hasta dónde puede llegar el Dow Jones y qué imagen refleja del inversor y la economía estadounidense?
R Hasta el cielo y más allá, no existe ningún tipo de límite. Lo que hemos visto desde el 9 de octubre de 2002, año en el que el índice tocó fondo, es que la economía estadounidense ha crecido tremendamente. No sólo para los bolsillos de unos cuantos, sino que ha traspasado barreras a todos los segmentos y ha creado numerosos puestos de trabajo. La buena marcha del Dow y otros índices bursátiles es ese crecimiento económico, pero también revela un nuevo sentimiento de los inversores. Durante 2005 y 2006 se ha curado la herida provocada por la burbuja tecnológica, con una valiosa lección aprendida: la necesidad de diversificar las carteras.
P ¿Por qué el inversor norteamericano se fija ahora más en las clásicas multinacionales?
R Los inversores se han dado cuenta de que no sólo la economía estadounidense marcha viento en popa, sino que este es un fenómeno global. Muchas otras regiones del planeta presentan un marco atractivo para invertir. Por eso, en los últimos tiempos hemos notado el favoritismo de los inversores por compañías internacionales que puedan beneficiarse de la buena marcha de la economía extranjera como complemento a EEUU.
P ¿Qué piensa de aquellos que afirman que el Dow Jones no es representativo de la economía norteamericana?
R Mi respuesta siempre es la misma: son las 30 compañías adecuadas para trazar un panorama de la economía estadounidense. Hemos seleccionado a las empresas líderes de los nueve sectores que marcan la marcha de la economía del país, no están elegidas al azar: sus raíces deben hundirse en la historia económica de EEUU.
P ¿Cómo una compañía llega a formar parte del Dow Jones?
R Son cuidadosamente elegidas por el editor general del Wall Street Journal y por mí mismo, aunque se puede consultar con otras personas externas.
P ¿Qué lejos es capaz de llegar un consejero delegado para que su compañía sea considerada para formar parte del Dow?
R No nos mandan fajos de billetes, pero sí se ejerce cierta labor de lobby. De hecho, hoy Steve Jobs está de visita y no me sorprendería si él, que no es precisamente una persona vergonzosa, tirase la piedra y preguntara por qué Apple no está considerada como un componente del Dow. Es más o menos como una campaña política.
P ¿Cuándo estará preparado el Dow Jones para acoger a una compañía extranjera?
R Tradicionalmente, en sus 110 años de historia, el Dow Jones ha sido considerado un índice exclusivamente estadounidense. Por esta razón, dudo que mientras yo esté en el cargo se incluya a una empresa extranjera en el Dow Jones, aunque con la euforia de fusiones y la globalización quién sabe si en un futuro podría ser una realidad.
P ¿Qué mercados están funcionando mejor en estos momentos?
R El precio de las materias primas ha tenido un gran impacto en muchas compañías y países, pero si el precio de éstas desciende, el panorama podría cambiar. Creo que cualquier compañía relacionada con bienes y servicios se beneficiará de la confianza que está demostrando el consumidor estadounidense. Aún así, hay que destacar que la industria que mejor ha funcionado durante 2006 ha sido la financiera, como la NYSE, que ha demostrado que este sector puede obtener buenos beneficios de cara a los inversores.
P ¿Qué piensa sobre el furor de las bolsas estadounidenses por comprar mercados extranjeros?
R Es inevitable que esto ocurra. El mundo está cambiando y el capital de inversión no se queda en casa tanto como antes. Aún así, hay que esperar para ver cómo estas alianzas consiguen integrar sus operaciones. Si la NYSE compra Euronext, todavía se tardará tiempo en demostrar si de verdad son capaces de aunar las culturas, operaciones y empleados de las bolsas nacionales con las extranjeras.
P ¿Qué piensa sobre el deliberado aumento de 'hedge funds' en los últimos años?
R Su cuantiosa aparición debiera tratarse con cuidado, ya que muchos de ellos carecen del bagaje de datos necesario para demostrar perspectivas a los inversores y el elemento crucial es la confianza de éstos en el director de cada hedge.