
Con las heridas del escándalo de Bernard Madoff todavía escociendo en las carteras de sus víctimas, es difícil imaginar que algunos de los nombres salpicados por el escándalo hayan optado por continuar con su opulento estilo de vida, especialmente teniendo en cuenta que la pobre Ruth Madoff sólo viaja en metro y ha sido vetada de sus establecimientos favoritos, incluyendo su gimnasio y su floristería.
Sin embargo, el arrepentimiento es una señal mundana que poco tiene que ver con aquellos que tras el fraude financiero más importante de la historia, donde cerca de 50.000 millones de euros acabaron esfumándose, todavía cuentan con una más que saneada cuenta corriente.
Es el caso de Andrés Piedrahita, el empresario colombiano ligado a Fairfield Greenwich Group, uno de los fondos que alimentaban la voraz mentira de Madoff y que acabó dejándose en el tintero la friolera de 4.873 millones de euros. Pese a la sangría de pérdidas, el periodo de duelo parece haber llegado ya a su fin.
Yate de 22 millones
Para celebrar la llegada de la temporada estival y dejar atrás los malos augurios, Piedrahita ha preferido surcar los mares junto a toda su familia. Y qué mejor que navegar las cristalinas aguas del Adriático a bordo de su propio barco, cuyo coste aproximado se acerca a los 30 millones de dólares (22 millones de euros).
El yate de lujo, fabricado y distribuido por la compañía Camper y Nicholsons y bautizado con el nombre de Oxygen, ofrece un soplo de aire fresco, especialmente si se tiene en cuenta que ha sido construido siguiendo las exigencias del empresario.
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