¿Recuerda ese anuncio de una conocida marca de chocolate que equiparaba este producto con el 'placer adulto'? Pues todo apunta a que el gusto va a ser, en realidad, para los inversores que estén en el mercado de cacao en 2010. Los metales básicos continúan su rally alcista.
Al menos, es lo que auguran los expertos en materias primas de Barclays, que se declaran chocoadictos. "De 2010 en adelante, creemos que el cacao va a ser una materia prima claramente alcista. No pensamos que las correcciones vistas en algunas sesiones de las últimas semanas contradigan sus buenas perspectivas. Pensamos que en los próximos doce meses veremos claras señales de la tendencia al alza de su precio", afirman estos expertos.
Desde la firma vaticinan que el cacao no sólo va a superar su máximo histórico, que marcó el 1 de julio de 2008 en los 3.191 dólares por tonelada (está a menos de un 9% de lograrlo), sino que además piensan que en 2010 su cotización media se moverá alrededor de los 3.250 dólares.
Claves de futuro
La clave, según Barclays, son las expectativas de mejora de la economía mundial. Los economistas de la entidad pronostican un crecimiento del PIB mundial del 3,6% para 2010 lo que, afirman, podría hacer crecer la demanda global de cacao molido un 3,2%.
El segundo factor fundamental viene del lado de la carencia estructural de la oferta. El cacao se produce en pequeñas granjas en países subdesarrollados, al sector le faltan muchos recursos, de capital y tecnológicos. Especialmente en la Costa de Marfil, que según la Organización Internacional del Cacao (ICCO) concentra casi el 40% de la producción mundial, y donde además se une la inestabilidad política y fiscal. "A pesar de que en los países en los que se elabora esta materia prima se han visto algunos esfuerzos de mejora, ni siquiera una respuesta excelentemente bien coordinada podría dar un empujón consistente a la producción anual", sentencian los analistas de Barclays.
Un aviso de que podrían seguir viéndose en los próximos meses brotes verdes en la demanda de cacao lo dieron los resultados que presentó la semana pasada Hershey, el mayor fabricante de chocolate de Estados Unidos. La compañía anunció que, pese a lo complicado del entorno, hasta junio sus ventas crecieron un 6%, y sobrepasaron los 1.100 millones
Deliciosas perspectivas... pero difícil acceso
Lo negativo es que la inversión en materias primas blandas suele ser muy difícil para los que no son institucionales. "No hay fondos tradicionales que inviertan en cacao. Uno de los pocos caminos que tiene un inversor de a pie para tener exposición más o menos directa a su cotización es contratando un fondo cotizado (ETF) que replique el comportamiento de un índice de materias primas blandas que contenga un subíndice de cacao", explica Carlos Fernández, responsable de análisis de fondos de Inversis Banco.
Por ejemplo, el Easy ETF S&P GSNC, de BNP Paribas, que replica el indicador GSNC de Standard & Poor's, en el que la cotización del futuro del cacao en el mercado neoyorkino pondera casi un punto porcentual.
Más comunes incluso son los ETN (Exchange Traded Notes). "Son como los ETF, pero en lugar de estar respaldados por las propias acciones en las que invierte, lo están por una entidad bancaria. Fiscalmente son iguales que un fondo cotizado normal, pero por supuesto tienen riesgo de emisor. Son habituales por la propia naturaleza de las materias primas, ya que están invirtiendo generalmente en derivados, y estos tienen que tener una contraparte", explica Fernando Luque, de Morningstar.
Otra forma es a través de Contratos por Diferencias (CFD), que replican el comportamiento de su subyacente, en este caso, los futuros del cacao, y su principal ventaja es que sólo exigen una garantía. Es decir, no es necesario depositar todo el dinero que vamos a invertir, sino un pequeño porcentaje, por lo que las posibilidades de ganancia sobre ese dinero se incrementan mucho.
Pero hay que tener en cuenta que, si la cotización de esta materia prima no se mueve como habíamos esperado, también las pérdidas pueden ser superiores a las que estábamos dispuestos a asumir en un principio. Así, es aconsejable limitar los recortes con un stop loss.