
La fortaleza de los mercados de renta variable al calor de la esperanza en una recuperación de la economía mundial está teniendo otra consecuencia: el dólar y el yen, tradicionales refugios en momentos de incertidumbre, están cayendo.
Así, la divisa japonesa ha retrocedido frente a todas las grandes monedas, mientras que el dólar ha caído hasta cerca de sus niveles más bajos en siete semanas frente al euro. El billete verde también ha retrocedido frente a la libra en los últimos tiempos.
"El yen y el dólar caen en días como éste, en los que el mundo está feliz consigo mismo", declaró a Bloomberg Neil Mellor, estratega de divisas de Bank of New York Mellon. "Mientras que las acciones suben, los mercados de divisas están todavía en los rangos a los que se encontraban a comienzos de junio".
Así, poco antes de la apertura de Wall Street, el euro (EURUSD) ganaba cerca de medio punto, cotizando en 1,4268 dólares, aunque durante la mañana ha llegado a tocar los 1,4299. Mientras, la moneda única gana más frente al yen (EURJPY), y se mueve por encima de los 135,7 yenes, y ha llegado a superar los 136 durante la sesión.
Mellor aconseja a los inversores comprar dólares, ya que se está acercando al suelo frente al euro, que estaría alrededor de los 1,4338.
Parece que el sentimiento optimista se sigue reforzando, y hoy el índice Gfk de confianza en Alemania ha subido hasta 3,5 puntos, el nivel más alto en los últimos 14 meses, mientras que los economistas consultados por Bloomberg esperaban que se hubiera mantenido en los 2,9 puntos publicados inicialmente.
Vuelve el carry trade
Las monedas de Australia y Nueva Zelanda también se están recuperando frente al dólar y el yen. Y no sorprende, porque la primera tiene los tipos de interés en el 3% y el segunda en el 2,5%, lo que contrasta con el 0,1% de Japón o el 0-0,25% de EEUU.
El yen y el dólar también están sufriendo como consecuencia de que la caída de la volatilidad en los mercados de divisas pueden impulsar la demanda del famoso carry trade, en el que los inversores piden prestado el dinero en un país con tipos bajos y lo invierten en otro con mayor rentabilidad.
"Con el sentimiento de mercado tan positivo y la volatilidad en las divisas cayendo a niveles no vistos desde el pasado mes de septiembre, el carry trade ha vuelto a estar de moda", explican los analistas de divisas de Brown Brothers Harriman.
Bernanke, que ayer volvió a hablar de que estaba comprometido con un dólar fuerte, pero el mercado ya no le cree. "El mercado ha oído antes este compromiso y nunca parece demasiado impresionado", según Steven Barrow, de Standard Bank.
Goldman Sachs señaló ayer que el dólar seguirá débil hasta que la economía estadounidense mejore, y espera que el euro suba hasta los 1,45 dólares. "Cíclicamente, no estamos todavía en una situación en la que un dólar infravalorado pudiera hacerlo mejor", según Thomas Stolper, economista de Goldman Sachs.
"La demanda en Estados Unidos tiene que crecer con más fuerza, lo que no esperamos que ocurre pronto. Una vez que los inversores extranjeros piensen que la recuperación está en camino, podríamos esperar que ganen confianza en los activos de EEUU, y el dólar podría apreciarse naturalmente."