Los presidentes del Mercosur exhortaron este viernes a la restitución del mandatario Manuel Zelaya tras el golpe en Honduras, que no se puede "tolerar", al iniciar una cumbre en Asunción, con un llamamiento para que nunca más en América se instale una dictadura.
"¡Que nunca más, nunca más en territorio de América surja una dictadura que provoque el silencio de la muerte, de la voz o del hambre!", dijo el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, anfitrión del encuentro en Asunción.
"El golpe de Estado que derribó al presidente constitucional hondureño el pasado 28 de junio nos mostró cuán frágiles son las democracias de Latinoamérica", señaló ante el plenario del bloque en el edificio Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), en una fría mañana en la capital paraguaya.
En el mismo sentido se pronunció el mandatario brasileño, Luiz Inancio Lula da Silva. El golpe "no se puede tolerar y no podemos transigir. Condenamos la interrupción democrática en Honduras. Apoyamos los esfuerzos de la comunidad internacional para que el presidente Zelaya sea repuesto", dijo
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien por tercera vez llegó tarde a una cumbre, advirtió que legalizar "un golpe sería la carta de defunción de la OEA y también de la Carta Democrática del Mercosur".
A la 37ª Cumbre del cónclave asistieron también Michelle Bachelet, de Chile, Tabaré Vázquez, de Uruguay y Evo Morales, de Bolivia. Los mandatarios Hugo Chávez (Venezuela) y Rafael Correa (Ecuador) faltaron a la cita.
Los presidentes rubricarán además una declaración con medidas de coordinación ante el avance en la región de la pandemia de gripe porcina, azuzada por una ola de frío polar que avanza sobre el Cono Sur, cubriendo incluso Paraguay, un país por lo general cálido.
En una reunión de ministros el jueves se acordó además sustituir el dólar por monedas locales en el intercambio comercial, modalidad introducida por Brasil y Argentina desde 2008. Paraguay y Uruguay asumirían esta modalidad a finales de 2010.
A pesar de otros anuncios en materia económica, las expectativas estaban puestas sobre la reunión que celebrarán Lula y Lugo el sábado, tras finalizar la cumbre, sobre los incesantes reclamos paraguayos respecto a la central hidroeléctrica binacional Itaipú.
Los paraguayos quieren aumentar el precio al que vende a Brasil la energía que no utiliza y poder ofrecérsela a otros países vecinos.
Esta posibilidad hoy está vedada, pero el ministro de Asuntos Exteriores paraguayo, Héctor Lacognata, dijo escuetamente que ambos países podrían dar "buenas noticias" el sábado, un aperitivo que causó gran revuelo y especulaciones en la prensa local paraguaya.
Uruguay, el otro 'hermano pequeño' del bloque, también recela de la familia sudamericana por las restricciones comerciales de las que es objeto en el seno del Mercosur, mientras Argentina justificó estas medidas invocando el duro impacto de la crisis mundial, que ha derrumbado la demanda.