Bolsa, mercados y cotizaciones

Ben Bernanke en el País de las Maravillas

El optimismo de la Reserva federal sorprendió ayer a los mercados al igual que en el pasado mes de julio. Wall Street debe confirmar ya las alzas o…?

La bolsa puede tener esos días de poderes mágicos al sellar un cambio del paradigma del mercado. Fue así con la famosa comparecencia de Bernanke ante el Congreso americano el pasado 19 de julio, una jornada que supuso el pistoletazo de salida de la fulgurante recuperación de los mercados. Los próximos días revelarán si éste fue o no también el caso de la sesión de ayer.

El mercado ha ido encajando ayer tanto la revisión al alza del crecimiento económico a finales de año, como un dato de costes salariales que no deja de ser razonable y un comunicado de la Reserva federal hecho a medida para los toros de Wall Street. Adiós aterrizaje suave y bienvenido crecimiento moderado. Sin, además, perspectivas demasiado inflacionistas según la Fed. No debe sorprender que la euforia haya sido la respuesta a la satisfacción de la Reserva federal. Más crecimiento, menos inflación y un 'permapausa' (tipos de interés sin cambios durante mucho tiempo como los denominan con ironía los analistas de Wall Street) de la Fed constituyen los ingredientes de un cóctel explosivo para la renta variable y al fin y al cabo nada desagradable para la renta fija. Como dicen los pilotos americanos 'abróchense los cinturones y disfruten del vuelo'. ¿Pero por cuánto tiempo?

Sólo el mercado de divisas se resistió a la euforia, con (sólidos) argumentos para cuestionar las perspectivas. Los datos económicos demuestran que, en el peor de los casos, elcrecimiento oscilaría cada trimestre en torno al 2,5%-3,5%. En el mejor de los casos, podríamos desplazar la horquilla hacia los 3%-4% si se concretara la promesa de una recuperación del sector inmobiliario. En ambos casos, habríamos superado el punto más bajo del crecimiento (verano del 2006).

Apostemos que Wall Street y la Fed se debatirán entre estas dos visiones, al menos hasta el verano. Y sin ser adivino, podemos citar fácilmente las preocupaciones que encabezarán el ranking de la renta variable esta primavera:

- De nuevo y siempre, los tipos de interés si finalmente la economía no puede moverse a plena capcidad sin generar más presión salarial.

- Los rendimientos de los bonos podrían actuar como yoyos a partir de un tipo de la Fed del 5,25%.

- Los márgenes de las empresas que paradójicamente podrían bajar si los costes salariales unitarios no perdieran uno o dos puntos de crecimiento en los próximos meses.

La moraleja es que debemos disfrutar de los mercados si se confirma su potencial de corto plazo pero preparémonos para cerrar nuestro año bursátil en verano. Y sobre todo estemos atentos a las próximas sesiones porque una falsa salida alcista tras el día de ayer podría matar la tendencia.

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