Cuatro ejecutivos del grupo minero anglo-australiano Rio Tinto fueron acusados de espionaje este jueves por China, en un caso que podría provocar tensiones diplomáticas entre Pekín y Canberra.
China aseguró este jueves que tiene "pruebas suficientes" de que el directivo de Rio Tinto en Shanghai, Stern Hu, ciudadano australiano, y "otros empleados" han "robado secretos de Estado y causado enormes pérdidas a los intereses económicos y a la seguridad de China".
El ministerio de Asuntos Exteriores chino pidió al mismo tiempo "no politizar" el asunto.
Del mismo modo, el primer ministro australiano, Kevin Rudd, que participa en la cumbre del G8 en L'Aquila (centro de Italia) se negó a hablar del asunto con las autoridades chinas y a politizar el caso.
En Australia, el ministerio de Relaciones Exteriores y de Comercio convocó al encargado de negocios chino Hong Liang este jueves, "para reiterar la importancia que el Gobierno (australiano) otorga al bienestar de Hu", y el interés en tener "acceso consular" al sospechoso.
Según Canberra, tras este encuentro las autoridades chinas informaron a los responsables consulares australianos de que podrán ver a Stern Hu el viernes.
El directivo está detenido desde el domingo, con otros tres responsables del grupo. Las autoridades de Shanghai indicaron que se trata de colaboradores chino de Stern Hu.
Éste es sospechoso "de haber robado secretos nacionales chinos para países extranjeros", precisó el portavoz de la cancillería, Qin Gang.
Medios de prensa oficiales dijeron, citando a la Seguridad de Estado de Shanghai, que Stern Hu y los otros tres ejecutivos obtuvieron la información secreta "corrompiendo a responsables de la industria siderúrgica china", violando no sólo la ley china sino también "la ética comercial internacional".
El hecho se produce unas semanas después de que Rio Tinto abandonara un acuerdo estratégico con el grupo estatal chino Chinalco, ofuscando al industrial y a las autoridades chinas.
Interrogado sobre un posible vínculo con ese asunto económico, Qin Gang respondió que "se trata de un caso judicial individual".
"Es inapropiado exagerar este caso aislado o incluso politizarlo", insistió el portavoz, que destacó que China "ha tenido siempre una actitud positiva ante la cooperación sino-australiana, inclusive entre empresas de ambos países".
Las autoridades "reunieron pruebas antes de emprender toda acción contra esta gente", aseveró.
Según el acuerdo abortado, que Rio Tinto y Chinalco concluyeron en febrero, el grupo chino habría invertido 19.500 millones de dólares en el anglo-australiano para hacerse con el 18% de su capital y obtener importantes activos mineros.
Sin embargo, Rio Tinto prefirió optar por un aumento de capital de 15.200 millones de dólares, y aliarse con su rival y compatriota BHP Billiton para sus actividades en el oeste de Australia.
Chinalco se dijo "muy decepcionado" y las autoridade chinas criticaron el abandono "unilateral" del acuerdo.
Por otro lado, en Pekín, la policía arrestó a Tan Yixin, jefe de la sección de comercio de hierro en la compañía de acero Shougang Group, y que mantuvo "estrechos contactos" con Hu, informó el diario 21st Century Business Herald.