El presidente ruso, Dimitri Medvedev, concluyó este viernes en Angola su primera gira africana, que incluyó países con ricos recursos energéticos y en la que logró varios acuerdos de explotación de gas.
La visita del jefe del Kremlin, primera de un presidente ruso en África subsahariana desde 2006, estaba destinada a lograr que Rusia recupere terreno en un continente donde la influencia de Moscú, importante durante la guerra fría, desapareció tras la caída de la URSS.
Con esta gira de cuatro días que llevó a Medvedev a Egipto, Nigeria, Namibia y Angola, Rusia logró contratos por más de 3.000 millones de dólares, lo que muestra el interés del país por las materias primas del continente africano.
En Namibia, el gigante ruso Gazprom firmó un acuerdo de 1.000 millones de dólares (711 millones de euros) con la compañía pública namibia Namcor para construir una central eléctrica alimentada con gas. En el marco de este contrato, Gazprom tendrá acceso a un yacimiento gasero offshore, situado a 140 km de las costas namibias.
Nigeria y Rusia lograron en Abuja un acuerdo de cooperación que ofrece a Moscú un acceso a las reservas nigerianas de gas, que figuran entre las más importantes del mundo.
En Angola, país que se disputa con Nigeria el lugar de primer productor de oro negro en África subsahariana, Medvedev también habló de energía. "La coordinación de nuestras acciones en el mercado energético mundial es importante", declaró Medvedev en su encuentro con su homólogo angoleño, Jose Eduardo dos Santos. "Si actuamos juntos, obtendremos un gran éxito", agregó el presidente ruso.
Rusia espera a través de esta visita abrirse un espacio en el mercado angoleño, país que estuvo en la esfera soviética durante gran parte de la guerra civil (1975-2002).
"Siempre hemos contado con la amistad y la solidaridad del pueblo ruso", declaró por su parte Dos Santos, en el poder desde 1979. "Acogemos las políticas constructivas de Rusia en África", agregó.
Angola busca en efecto desarrollar los recursos de su rico subsuelo y necesita ayuda para reconstruir las infraestructuras devastadas por 27 años de guerra civil.
Desde el retorno de la paz, el 'boom' económico en Angola fue beneficioso en particular para China y los países occidentales.
Los intercambios comerciales entre Luanda y Moscú llegan a sólo 77 millones de dólares (55 millones de euros), y son 300 veces inferiores a los de China y Angola, según la Academia rusa de Ciencias.
"El gobierno angoleño no quiere apostar a un solo cliente y por eso hay espacio para nosotros", dijo Andrei Sharonov, director general de Troika Dialog, una gran banca de inversión en Rusia.
La compañía de diamantes rusa Alrosa ya trabajó en el país y Rusia financia la construcción de dos represas, en tanto que la firma petrolera rusa Zarubezhneft busca ahora acceder a las reservas angoleñas, según el Kremlin.