Bolsa, mercados y cotizaciones

La deuda pública estadounidense registra su peor trimestre en 25 años

  • Las ventas provocan que el rendimiento de los bonos a diez años del 2,6 al 3,9% desde marzo
Ben Bernanke, presidente de la Fed. Foto: Archivo

¡Retirada! El masivo éxodo de los inversores desde la deuda pública hacia activos potencialmente más rentables lleva camino de alcanzar tintes históricos en Estados Unidos. Desde marzo, las ventas han provocado que el rendimiento de los bonos estadounidenses a diez años haya repuntado del 2,66 al 3,92%.

Una subida de 126 puntos básicos -o 1,26 puntos porcentuales- que conduce a que el trimestre actual sea el peor para estos títulos desde el vivido entre marzo y junio de 1984, intervalo en el que el repunte ascendió a 136,8 puntos básicos.

De hecho, la rentabilidad superó ayer provisionalmente el 4% -alcanzó el 4,0038%-, algo que no ocurría desde octubre de 2008.

Inversores más arriesgados

Ni siquiera en un antecedente más próximo, como fue el primer trimestre de 1994, se vio una ascensión similar. Entonces, un aumento inesperado de los tipos de interés en febrero por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, causó una escabechina vendedora que se plasmó en un incremento trimestral del rendimiento de 95 puntos básicos.

Este precedente resalta la trascendencia del movimiento actual, que está impulsado por tres razones. La primera, la sensación de que lo peor de la crisis ha quedado atrás. Este convencimiento, además de estimular incluso los pronósticos de que la Fed suba los tipos a final de año, conduce al segundo motivo: los inversores, ya con los ánimos más templados, están asumiendo más riesgos en los mercados, de ahí que salgan del cobijo de la deuda pública y regresen a las bolsas y las materias primas.

El aumento de los rendimientos de los bonos es fruto de esas ventas, porque su rentabilidad crece cuando el precio de los títulos baja.

La tercera causa proviene del aluvión de emisiones por parte del Tesoro estadounidense. Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, el déficit público de la primera economía mundial podría acercarse este año a los dos billones de dólares -1,4 billones de euros-, cuatro veces superior al registrado en 2008. Para cubrir este desequilibrio, Goldman Sachs calcula que EEUU batirá todos los registros al emitir deuda por valor de 3,2 billones de dólares -2,3 billones de euros-.

Conscientes de estas necesidades, los inversores están presionando para que los títulos salgan al mercado con la mayor rentabilidad posible. Sin ir más lejos, el Tesoro emitió ayer obligaciones a 30 años a un interés del 4,72%, el más alto desde agosto del año pasado. "El mercado está exigiendo que los Estados paguen más por sus títulos", afirma Pablo Guijarro, director de análisis macroeconómico de AFI.

Más presión sobre la Fed

Además del esfuerzo extra que requerirá a las arcas públicas, el repunte de la rentabilidad está truncando los planes de la Fed. El pasado 18 de marzo la entidad presidida por Ben Bernanke dio un paso más en su decidida estrategia anticrisis y activó un programa de adquisición de deuda pública, dotado con 300.000 millones de dólares -unos 230.000 millones de euros-.

Esta medida perseguía un doble fin: inyectar dinero adicional en la economía y mantener bajos los rendimientos de los bonos, ya que las hipotecas y otros productos financieros están referenciados a los intereses de esos títulos. Aunque el primero lo está consiguiendo, no ocurre lo mismo con el segundo por culpa del incremento de las rentabilidades.

Según datos de una firma de Florida recogidos por Bloomberg, los intereses para una hipoteca de interés fijo a 30 años han repuntado del 4,85 al 5,74% desde abril. "La consecuencia final de la subida de los tipos de interés de largo plazo puede ser un coste adicional para la propia recuperación de la economía", advierte José Luis Martínez Campuzano, estratega en España de Citi.

Un espejo para Europa

Este riesgo alimenta la posibilidad de que la Fed redoble sus esfuerzos y destine una cantidad mayor de dinero para adquirir bonos, con la intención de amortiguar así la escalada de los intereses. De hecho, podría estudiarlo en la reunión de política monetaria que celebrará los días 23 y 24 de junio.

Aunque en la eurozona el ritmo de las ventas está siendo menor, también están provocando importantes repuntes trimestrales en los rendimientos de los bonos a diez años, que oscilan entre los 35 y los 70 puntos básicos. En este sentido, los analistas subrayan que la tendencia que ya se está viendo en Estados Unidos acabará trasladándose en la misma magnitud a Europa.

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