Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo invertir con tranquilidad

No se debe asumir más riesgo de aquel que te deje dormir
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La abundancia y velocidad de la información pueden provocar que muchos ahorradores e inversores se dejen llevar por las noticias del momento en la toma de decisiones de inversión. Antes de preguntarse dónde invierto, cada uno debe cuestionarse para qué invierte. Sin un objetivo claro, predefinido y estable en el tiempo, las decisiones de inversión que se tomen pueden tornarse en erróneas simplemente por el cambio de criterio ocasionado por la volatilidad de los mercados.

Dejarse llevar por las fuertes oscilaciones de los mercados financieros solo puede conducir a tomar decisiones erróneas. Este mismo mes de agosto hemos asistido a la segunda mayor caída en la historia de la bolsa japonesa en un día, con un 12% de descenso, provocando fuertes retrocesos en todas las bolsas occidentales. En apenas un par de semanas se han recuperado los niveles previos a la caída.

Es necesaria una reflexión antes de acometer las inversiones: no dejarse llevar por la euforia ni por el pesimismo, ambos acentuados por la creciente cobertura de los medios de comunicación a las oscilaciones de los mercados financieros. Curiosamente, la mayoría de los medios se hicieron eco de las fuertes caídas del 5 de agosto, pero no de la recuperación posterior.

Algunas recomendaciones prácticas para evitar errar en las inversiones, aunque obvias, son frecuentemente olvidadas:

- Renunciar a intentar hacerse rico rápidamente. A mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo asumido. El binomio rentabilidad-riesgo es un axioma que nunca se debería olvidar.

- Plantear las inversiones con un horizonte de medio y largo plazo. Ello implica recordar en todo momento dicho horizonte, lo que ha de permitir no dejarse llevar por el pesimismo en los momentos de gran volatilidad en los mercados financieros.

- No asumir más riesgo de aquel que le permita dormir tranquilo. La experiencia demuestra que cuando un inversor, ante el afán o la necesidad de obtener un nivel de rentabilidad, asume un riesgo superior a aquel que le permite dormir tranquilo, acabará vendiendo en pérdidas en algún momento de caída de los mercados. No superar su umbral del sueño. No invertir en activos que puedan tener una elevada variabilidad en su valoración ni un euro más de la cantidad que le permita dormir tranquilo. En caso contrario, venderá en el peor momento. Es algo empírico.

- Contratar solo aquello que se conoce y entiende. Aunque no se sea un experto financiero, huir de productos sofisticados que no sea capaz de comprender. Se evitará problemas y disgustos.

- Sentirse cómodo con las inversiones. Aunque se cuente con un asesor de confianza, debe sentirse cómodo con las inversiones, sabiendo que hoy en día sin asumir riesgo no es posible obtener rentabilidad por encima de la inflación.

- Mantenerse fiel a una estrategia y no someterse a la volatilidad del mercado. Si antes de realizar las inversiones se han establecido unos objetivos y una estrategia para alcanzar dichos objetivos, será más fácil sobrellevar la creciente volatilidad de los mercados. Sin unos objetivos predefinidos y una estrategia para alcanzar los mismos, se corre el riesgo de ser presa del humor del mercado en cada momento: comprando tras fuertes subidas y vendiendo en las caídas.

La planificación de las inversiones y del ahorro supone ser responsable con su propio futuro. Ahorrar supone renunciar al consumo actual por consumo futuro. Maximice el retorno de sus inversiones con el establecimiento de unos objetivos estables y siguiendo unas sencillas pero exigentes reglas, sin olvidar que a mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo asumido.

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