
Con un escenario electoral incierto en Estados Unidos y el crecimiento en la economía de China sin remontar como protagonistas en el mes de julio, el petróleo ha ido disminuyendo su precio en este entorno, después de algunos meses de subidas en los que bailaba a ritmo de las tensiones geopolíticas globales. Ahora, y después de que se diera a conocer que los inventarios de crudo estadounidenses caen por cuarta semana consecutiva, el barril de Brent atraviesa su segundo mes más bajista en lo que va de año.
A falta de cinco sesiones para que concluya julio, el petróleo ha experimentado una caída que supera el 6%, colocándose cerca de los 81 dólares por barril -lo mínimo en lo que va de mes, aunque en junio llegó a situarse en 77,5 dólares-. El barril comenzó julio tocando los 87 dólares, aunque desde ese momento ha ido disminuyendo su cotización. Tras estas últimas caídas, en lo que va de 2024 el Brent acumula ahora una subida de en torno a un 6,7%. Los máximos del año se alcanzaron en abril, cuando superó los 91 dólares de precio.
Desde Bloomberg apuntan a que "el reciente episodio de debilidad del petróleo se produce en medio de preocupaciones sobre una demanda más débil en China, el mayor importador de crudo del mundo. Sin embargo, los futuros siguen siendo más altos en lo que va del año, a medida que el cártel de productores de petróleo más grande del mercado (la OPEP+) sigue presionando con restricciones de producción, con un recuento de flujos rusos mostrando que las exportaciones cayeron al nivel más bajo desde diciembre".
La OPEP+ se reunirá de nuevo el próximo 1 de agosto, y se especula con que pueda confirmar un aumento de producción. Los miembros del cártel, junto con otros grandes productores como Rusia, decidieron en la última cita de junio dar un paso adelante y empezar a aumentar la producción a partir del mes de octubre, aunque rápidamente dieron un paso atrás ante las rápidas caídas de precio.
A la espera de si se establece un nuevo plan, las empresas del sector están sufriendo la caída del crudo este mes en bolsa. En el sector de la energía recogido en el Stoxx 600, uno de los principales índices del continente, Repsol es la compañía petrolera que más cede en el mes de julio. Sus acciones pierden más de un 10% y este miércoles se quedaban prácticamente planas después de que la firma anunciase sus resultados del trimestre: ganó un 14% más y ha anunciado una nueva recompra de acciones para retribuir a los accionistas.
La polaca Orlen es la siguiente en encabezar la lista de las compañías con mayor caída en julio, que llega casi al 5,5%. Con un desplome un poco menor y desde Reino Unido, la petrolera BP llega a rozar el 4,4% en la bajada de su precio bursátil. Por su parte, la portuguesa Galp Energía de momento salva el mes, convirtiéndose en la menos bajista del mes de julio.
Hasta ahora, el crudo europeo solo ha finalizado con cifras en negativo este año en el mes de mayo, con retrocesos de más del 7%. Al otro lado del Atlántico, también el West Texas, el barril de referencia en Estados Unidos, cede un 6% en el mes, y este sufrió caídas tanto en abril como mayo.