
La agencia de calificación ha confirmado el rating de triple 'A' de Estados Unidos y ha asegurado que, incluso si el nivel de deuda estadounidense empeorase, tiene una perspectiva estable. De esta forma, Moody's ha sido la primera agencia en despejar las dudas sobre la calidad crediticia estadounidense.
Según explica Moody's, hay varios factores que explican su decisión. Así, considera que son determinantes "la diversidad y elasticidad de la economía de EEUU, las fuertes instituciones gubernamentales, el elevado nivel de ingresos per capita y su posición central en la economía global".
Sombra de una duda
Además, la agencia apunta que "el papel global de la divisa estadounidense también contribuye a la capacidad" de Estados Unidos de reponerse de la actual etapa de decrecimiento.
"La fuerza económica de Estados Unidos resurgirá tras la crisis sin grandes daños", asegura Steven Hess, vicepresidente de la agencia.
Sin embargo, Hess señala que, aunque "nuestra perspectiva para el rating de EEUU es estable, la revisión de las proyecciones de crecimiento a largo plazo y la capacidad del gobierno de regresar a una trayectoria sostenible de endeudamiento podría ejercer presión negativa sobre el rating en un futuro".
Pasto de rumores
Moody's ha sido la primera en manifestarse acerca de la calidad crediticia de Estados Unidos, en duda desde que el pasado 21 de mayo Standard & Poor's pusiera en perspectiva negativa el rating de Reino Unido debido al "deterioro de las finanzas públicas".
Un día después, el gestor de bonos Bill Gross avivó el debate al afirmar que EEUU corría el riesgo de perder su triple 'A' en unos "tres o cuatro años".
Además de Estados Unidos, otras grandes potencias como Alemania, Francia o Canadá han sido señaladas como posibles candidatas a abandonar el club de los países más solventes, según recogía recientemente el diario británico Financial Times. Los ratings de España e Irlanda ya han sido recortados.