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Otro indicador del miedo se vuelve positivo: el TED Spread

Si hace unos días el llamado "indicador del miedo" de Wall Street, el famoso índice VIX de volatilidad de las opciones, volvía a niveles previos a la crisis, ayer ocurrió lo mismo con otro de los indicadores más seguidos en el epicentro del terremoto bursátil del otoño pasado: el 'TED Spread' (diferencial TED) ha caído a niveles de julio de 2007, lo que significa que uno de los detonantes del mercado bajista ha desaparecido.

Este diferencial es una de las medidas de la salud del mercado de crédito y mide la diferencia entre el tipo de interés de las letras a tres meses y el Libor (equivalente al euribor en EEUU) a ese mismo plazo. Esta diferencia cayó ayer a 48 puntos básicos (0,48 puntos porcentuales), desde los más de 450 puntos básicos que alcanzó en el pico del pánico de octubre. Su media de largo plazo se sitúa en 50 puntos básicos.

Los gestores reconocen que, históricamente, el TED Spread ha sido muy útil para predecir contracciones de crédito. En consecuencia, su reducción actual es un indicador positivo de que hay crédito disponible en la economía.

Este indicador mide los costes básicos de tomar dinero prestado, pues refleja la diferencia entre una inversión sin riesgo, las letras del Tesoro (la T de TED) y el tipo interbancario, es decir, el tipo al que los bancos están dispuestos a prestarse dinero unos a otros (ED en TED). A primera vista, parece un indicador demasiado técnico para los inversores en bolsa, pero tras el estallido de la crisis financiera, éstos han seguido con gran interés todos los indicadores que toman el pulso del mercado de crédito.

La teoría que hay detrás es que los consumidores y las empresas necesitan acceso al crédito barato para consumir e invertir, con lo que aumentan los beneficios empresariales y debería subir el valor de las acciones. Pero si ocurre lo contrario, que los costes de tomar dinero prestado se disparan hasta salirse de los gráficos, como ocurrió tras la quiebra de Lehman Brothers y el rescate de los grandes bancos, los inversores salen en estampida de la bolsa y compran activos seguros, como las Letras del Tesoro; eso hace subir su precio y baja su rentabilidad, que ha llegado a estar casi en el 0%.

Por tanto, la caída del TED Spread indica que se ha deshecho esa operativa provocada por el miedo y la búsqueda de seguridad. De hecho, es evidente que los inversores están sacando el dinero de los activos más seguros para apostar por otros más arriesgados. Así, el S&P 500 ha subido el 33% desde los mínimos de marzo animado por la mejoría de la banca, primero, y de la economía en general, después. Más espectacular todavía ha sido el rally de los mercados emergentes, del 50% según el índice MSCI Emerging Markets.

Por el contrario, los bonos y el dólar han caído. La rentabilidad del bono norteamericano a 10 años ha subido casi 50 puntos básicos hasta el 3,36% (con unos tipos oficiales al 0%) y el dólar ha caído un 10% frente a las principales divisas del mundo.

¿Se acabó el 'credit crunch'?

Es decir, la tendencia bajista se ha quedado sin uno de sus principales argumentos: el famoso 'credit crunch'. Si el crédito vuelve a fluir en la economía, la recuperación será una realidad, dicen los analistas. De todos modos, todavía son prudentes porque la crisis no ha pasado. Por ejemplo, la decisión de S&P de poner en perspectiva negativa al Reino Unido provocó una caída generalizada de las bolsas mundiales porque todavía hay muchos miedos respecto al mercado de crédito. Las cosas están mejorando, pero falta mucho para salir del hoyo.

En todo caso, la mejora del TED spread es un paso en la buena dirección, porque indica que los inversores están dispuestos a asumir más riesgo, aunque sea porque el Gobierno está tomando medidas para conseguirlo, como el programa público-privado de compra de activos tóxicos.

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