Barcelona, 19 may (EFE).- Los concesionarios de coches catalanes aseguran que están aplicando a sus clientes los 2.000 euros de descuento que contempla el nuevo plan de ayudas a la automoción, convencidos de que la Generalitat acabará sumándose a la iniciativa y aportando los 500 euros que le corresponden.
El presidente del Gremio de Vendedores de Vehículos a Motor (GVVM), Miquel Donnay, ha asegurado a Efe que todos los presupuestos que realizan los comerciales incluyen una rebaja de 2.000 euros, teniendo en cuenta los 1.000 que aportan los fabricantes, los 500 del Estado y los 500 restantes de las comunidades, pese a que la Generalitat ya ha dicho que no otorgará esta cuantía hasta disponer de una mejor financiación.
"Estamos cerrando ventas sin saber cómo se devolverá el dinero, pero de ninguna manera dejaremos que los clientes se vayan a otras comunidades a comprar un coche", ha señalado Donnay.
En el gremio, no obstante, están convencidos de que la Generalitat acabará sumándose al plan 2000E y que así lo anunciará "antes de finales de esta semana".
"Nos consta que hay buena voluntad para aprobar estas ayudas por parte de la Generalitat, que está más ofendida por el hecho de que no se le haya consultado la medida que por el coste que ésta puede representar", ha manifestado Donnay.
El Gobierno catalán, a través del Departamento de Economía, está calculando el coste neto de la aplicación de la medida, es decir, qué repercusión tendría la concesión de las ayudas en las arcas públicas una vez recibido el retorno vía impuesto de matriculaciones e IVA, según han confirmado a Efe fuentes de la Conselleria.
El impuesto de matriculaciones lo recauda el Estado, pero éste a su vez lo destina en su totalidad a las comunidades a través del parque móvil que se matricula en cada autonomía.
"Parece ser que los números empiezan a salir y que se han dado cuenta de que al final el sacrificio a realizar no es tan fuerte", ha subrayado Miquel Donnay.
En caso de que la Generalitat decida mantenerse al margen del plan, el presidente del gremio ha afirmado que los concesionarios deberán reunirse con los fabricantes para hallar una posible solución a los 500 euros por coche que habrán avanzado los vendedores.
