TELEFONICA
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En las carreras por relevos los equipos, habitualmente, se guardan a su estrella para que cierre la carrera. Pues ése es el cometido que tiene Telefónica para clausurar la temporada de resultados. El éxito de la compañía, que esta semana tiene la agenda muy apretada -hoy reparte un dividendo y mañana publica sus cuentas del primer trimestre antes de la apertura de la bolsa- sería una buena excusa para dar continuidad a la buena racha del Ibex 35.
Una evolución a la que, por el momento, y en buena medida por las tensiones que están generando justo las dudas que generan sus números del primer trimestre, no ha colaborado de la misma manera que el resto de valores directores del índice.
Desde el 9 de marzo -fecha en la que el índice más importante de la bolsa española marcó su nivel más bajo este ejercicio- los títulos de Telefónica no se revalorizan ni un 8%, en contraste con el más del 80% que recuperan Santander o BBVA, por ejemplo, o el 36 y el 29% que se anotan, respectivamente, Iberdrola y Repsol.
Conserva potencial alcista
En consecuencia, sólamente Santander ha aportado siete veces más puntos positivos al Ibex en el rebote -más de 700- que Telefónica (TEF.MC). La colaboración de la teleco, que es el principal valor por peso del indicador ha sido inferior incluso al de Banco Popular, que es una entidad mucho menos relevante por valor bursátil - ocupa el octavo puesto por ponderación en el Ibex-.
La otra cara de la moneda de haberse quedado rezagada, es que esta peor evolución desde los mínimos provoca que hoy Telefónica sea el único blue chip que conserva un potencial alcista de acuerdo con las firmas de inversión, superior al 20%; es decir el que cuenta con mayor reserva de energía para protagonizar alza considerable. A su favor, sin embargo, todavía declara su mejor evolución en los doce últimos meses.
Hoy cotiza un 21% por debajo del precio al que se intercambiaba en bolsa hace doce meses. Los dos grandes bancos aún acumulan pérdidas en doce meses que superan el 40%.
Eso sí, para que Telefónica sea el caballo de refresco de la bolsa debe demostrar que entre enero y marzo ha sido capaz de manejar la recesión y cumplir con sus objetivos. Los inversores están preocupados desde hace bastante tiempo ante la posibilidad de que antes o después incumpla sus previsiones, dado que ésa ha sido una mala costumbre de sus competidores.
En abril, la que falló fue la germana Deutsche Telekom y desde entonces, si bien los inversores sólo conceden el beneficio de la duda a la española. No la han penalizado con ventas en el parqué, pero tampoco se han lanzado a comprar títulos. Y no parece que sea la única consecuencia. Aunque la compañía anunció sus objetivos de crecimiento el año pasado, en el último mes varios analistas han revisado a la baja sus previsiones de beneficio neto en 2009 para Telefónica.
De acuerdo con los datos recopilados por FactSet, eso es lo que han hecho tres de las cuatro firmas que se han replanteado lo que iba a ganar la teleco este año el último mes. En contraste, solamente una se lo ha mejorado -CA Cheuvreux-. De media, estas firmas estiman que Telefónica ganará este año 7.645 millones de euros. Un cálculo que es inferior al que maneja el conjunto de expertos -que incluye las estimaciones de las firmas que no han actualizado recientemente su estimación-, que espera un beneficio de 7.785 millones.
Una incógnita por despejar
En cuanto a los números que no decepcionarían a los expertos, la expectativa media que manejan las últimas firmas de inversión es que en los tres primeros meses del año haya ganado 1.655 millones de euros. No obstante, quizás lo que más le gustaría al mercado es que diera a conocer alguna otra novedad en materia de remuneración al accionista, algo que, de acuerdo con las presentaciones que realizó la compañía en abril en Alemania, continúa siendo su "principal prioridad".
Telefónica sustenta en dos pilares su política de remuneración: en el dividendo (pretende pagar 1,15 brutos con cargo a 2009) y en los planes de recompra de acciones "tácticas". Es sobre esto último, ya que ahora no tiene ninguna en vigencia, sobre lo que el mercado espera noticias.
La compañía se plantea el objetivo de alcanzar un beneficio por acción de 2,304 euros en 2010, que de acuerdo con sus stress test sería, en el peor escenario, de 2,1 euros. Es una cifra muy superior a los 1,62 euros por título de 2008. Y si los beneficios no son crecientes, para lograrlo tendrá que amortizar capital. Sólo falta saber cuánto.