BRUSELAS, 11 (EUROPA PRESS)
La organización ecologista Oceana acusó hoy a España, Francia e Italia de "fomentar y tolerar" la pesca ilegal y mencionó el caso del Puerto de la Luz, en las Islas canarias, como principal puerta de entrada en la Unión Europea de 'barcos pirata' que faenan al margen de cualquier regulación, esquilmando en muchos casos los caladeros y poniendo en peligro la sostenibilidad de los recursos marítimos.
Responsables de la organización explicaron hoy en rueda de prensa en Bruselas que, de no poner cota a la pesca ilegal, en 20 años se llegará a una situación de "colapso" y denunciaron la escasa voluntad política de los gobiernos europeos para reforzar la legislación y luchar contra las capturas ilegales. También reclamaron a la Comisión Europea "mayor transparencia" en sus acuerdos pesqueros con terceros países y llevar a cabo una negociación "igualitaria".
El comité directivo de Oceana se reunió hoy en la capital comunitaria para evaluar los daños provocados por la pesca indiscriminada en el ecosistema marítimo y entrevistarse con miembros de la Comisión Europea y del Consejo, así como con el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell.
Oceana pone de relieve la importancia de delimitar los tres parámetros que definen este tipo pesca, es decir, la ilegal, la no declarada y la no reglamentada, puesto que los tres factores afectan a la conservación de pesquerías y a la protección del medioambiente marino. La organización es consciente de la dificultad que entraña impedir esta actividad por el uso de banderas de conveniencia, el escaso control ejercido por algunos puertos y el hecho de que muchos gobiernos "miren hacia otro lado".
Los países en los que más prolifera la pesca ilegal son los países en vías de desarrollo o los denominados Estados fallidos, con gobiernos débiles incapaces de poner freno a este tipo de actividades. Los africanos, encabezados por Sierra Leona y Somalia, se sitúan en una lista que abarca, según Oceana, una veintena de países.
Por su parte, el responsable de Oceana en Europa, Xavier Pastor, reclamó una especie de 'plan de reconversión' como el que hizo Margaret Thatcher en el Reino Unido en el sector pesquero o Felipe González en el caso de la siderurgia.
No obstante, en el caso de España admitió que la tradicional actitud "proteccionista" por parte de gobiernos, medios de comunicació y opinión pública cuando se captura algún buque español faenando ilegalmente en aguas internacionales está dando paso a una posición más firme y menos complaciente con los armadores.
Pastor expuso el ejemplo el caso del armador gallego Antonio Vidal, propietario del buque 'Viarsa' que se entregó a las autoridades norteamericanas tras encontrarse en situación de búsqueda y captura como supuesto autor de varios delitos de importación de pesca ilegal, fraude, falsedad y obstrucción a la justicia.
El 'Viarsa' fue objeto de una rocambolesca persecución por parte de los guardacostas australianos durante 20 días tras ser sorprendido pescando ilegalmente en aguas de este país y después de ser capturado y llevado a Australia, un jurado popular le absolvió en 2005 por un mero tecnicismo: en el momento de su captura el 'Viarsa' ya no tenía sus redes en el agua y estaba fuera de aguas jurisdiccionales australianas.
Este periplo forma ahora parte de la literatura de aventuras, al haberse reflejado en el libro del norteamericano Tom Brokaw titulado 'Hooked' (Atrapado), una historia de piratas, furtivos y pesca.
CONTROL EXHAUSTIVO
Mientras, el secretario general de pesca marítima del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Juan Carlos Martín Fragueiro, rechazó las acusaciones de Oceana y recordó que España es "pionera" en la lucha contra la pesca ilegal no regulada y no reglamentada. Como ejemplo de ello, dijo que, en 2005, las autoridades españolas controlaron de forma exhaustiva uno de cada tres kilos del total de capturas.
Martín Fragueiro recordó, asimismo, que la ministra Elena Espinosa se dirigió hace tres meses a sus colegas de los países del Africa subsahariana para que comunicaran la lista de buques que faenan en sus aguas con bandera de conveniencia para evitar que se descargue este tipo de pesca en el mercado español y comunitario.
Puso además como ejemplo reciente que las autoridades españolas retuvieron en Canarias durante 13 días la carga de un buque hasta que no se comprobó la procedencia de las capturas y que, desde el pasado mes de noviembre, retienen tres barcos incluídos en la lista de embarcaciones no autorizadas.
"A mí me gustaría que otros Estados miembros hicieran lo mismo", agregó el responsable del Ministerio a la prensa en la Feria 'Seafood' que se celebra en la capital comunitaria.
España ha pedido también a la Comisión Europea una "implicación" similar a la suya para evitar este tipo de prácticas y apuntó también que se ha 'pillado' a otros países, como Australia y Nueva Zelanda, "con el paso cambiado". Martín Fragueiro resaltó igualmente que las artes pelágicas están totalmente prohibidas en España y que ningún buque tiene redes de arrastre de 20 a 60 metros.
Por su parte, el director general de Estructuras y Mercados pesqueros, Alberto López, recomendó a Oceana ser más prudente en sus comentarios y dijo que la organización tiene un "desfase" en sus acusaciones porque maneja datos de hace cinco años. En su opinión, España puede acreditar en su práctica diaria su buen hacer en materia pesquera.