
Washington, 22 abr (EFE).- Los acreedores de Chrysler quieren un 40% de la compañía que surja de la unión con Fiat y que la empresa italiana aporte 1.000 millones de dólares a cambio de eliminar 6.900 millones de dólares de deuda, según informaciones divulgadas hoy.
La administración del presidente estadounidense, Barack Obama, ha rechazado la oferta de los acreedores, según publicó hoy el rotativo "Detroit News".
El periódico "Free Press" de Detroit dijo hoy que los tenedores de bonos de Chrysler también quieren un puesto en el consejo de dirección.
Los detalles de la oferta están contenidos en un documento que el grupo de acreedores (entre ellos las instituciones financieras J.P.Morgan Chase, Morgan Stanley, Goldman Sachs y Citicorp) ha remitido al Grupo Presidencial del Automóvil (GPA), creado por la Casa Blanca para supervisar la reestructuración del sector.
"Free Press" dijo que la Casa Blanca criticó la propuesta de los acreedores porque les proporcionaría "una rentabilidad injustificada" mientras los trabajadores y otras partes están realizando grandes sacrificios.
Por otra parte, "Detroit News" dijo que integrantes del GPA están manteniendo reuniones esta semana con los principales directivos de Chrysler, FIAT (F.IT) Daimler (que posee un 19,9 por ciento del accionariado de Chrysler) y el sindicato United Auto Workers (UAW).
Entre esos directivos figura el consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, que se encuentra en Detroit desde el lunes.
El diario también dijo que Daimler está ultimando los detalles para vender su participación en Chrysler.
Chrysler tiene hasta el 1 de mayo para completar un plan de reestructuración de sus responsabilidades financieras y operaciones que incluya una alianza con Fiat. Si no consigue hacerlo antes de esa fecha, el fabricante se tendría que declarar en suspensión de pagos.