Fráncfort (Alemania), 14 dic (EFECOM).- El Banco Central Europeo (BCE) calculó hoy que la tasa de inflación anual en la zona euro oscilará en torno al 2 por ciento en los próximos dos años y advirtió de que los riesgos para este escenario apuntan al alza.
En su boletín mensual de diciembre, publicado hoy, el banco reiteró que prevalecen las presiones inflacionistas a medio y largo plazo, "dado el continuo dinamismo del crecimiento monetario y del crédito, en un entorno de amplia liquidez".
El BCE afirmó que una actuación firme y a tiempo para garantizar la estabilidad de precios a medio plazo "está asegurada" y dijo que el consejo de gobierno de la entidad "observará muy de cerca" todos los cambios para que no se materialicen esos riesgos.
La entidad subió la semana pasada los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 3,5 por ciento, tras confirmar que las presiones inflacionistas continúan al alza y para contribuir a que las expectativas de inflación se mantengan "firmemente ancladas en niveles compatibles con la estabilidad de precios", recordó en el boletín.
La institución monetaria establece que la tasa anual de inflación debe situarse cerca, pero siempre por debajo, del 2 por ciento para salvaguardar la estabilidad de precios en la zona euro.
En su opinión, que los precios permanezcan estables constituye "un requisito indispensable" para que la política monetaria contribuya al crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo en la zona euro.
Las anteriores subidas del petróleo y su transmisión a los precios de consumo, la posibilidad de nuevos encarecimientos del crudo y aumentos adicionales en los precios administrados y los impuestos indirectos son algunos de los riesgos que observa el BCE.
Además, "dada la evolución favorable del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) real y las señales positivas procedentes de los mercados de trabajo, la evolución de los salarios podría ser más dinámica de lo esperado actualmente".
Al mismo tiempo, el banco dijo que "el ritmo de expansión monetaria y del crédito sigue siendo rápido, como reflejo del reducido nivel de los tipos de interés y del fortalecimiento de la actividad económica en la zona del euro".
En este sentido, la institución destacó que los créditos al sector privado crecen en tasas interanuales de dos dígitos y son el motor principal del intenso crecimiento monetario.
"La evolución monetaria sigue requiriendo un seguimiento muy atento, sobre todo, en vista de la mejora de la situación económica y del fuerte dinamismo del mercado inmobiliario en muchas partes de la zona del euro", apuntilló el BCE.
La entidad se mostró optimista respecto a las perspectivas para la economía de la eurozona y previó que el "vigoroso" crecimiento mundial respaldará las exportaciones del área.
Al mismo tiempo, la demanda interna continuará "relativamente elevada" y la inversión "debería mantener su dinamismo", a la vez que el consumo se reforzará "en consonancia con la evolución de la renta real disponible, a medida que la situación del empleo continúe mejorando".
Según las proyecciones trimestrales del BCE dadas a conocer la semana pasada, el PIB de la zona euro crecerá entre el 2,5 y el 2,9 por ciento, en 2006, y entre el 1,7 y el 2,7 por ciento, en 2007.
A su juicio, los riesgos para estas perspectivas "en conjunto favorables" apuntan a la baja y están relacionados, principalmente, con nuevas alzas del petróleo, una intensificación de las presiones proteccionistas y una posible "evolución desordenada" debido a los desequilibrios mundiales. EFECOM
mja/txr