Bolsa, mercados y cotizaciones

La artillería corporativa dispara de nuevo: hay propuestas por más de 380.000 millones

"Cuando todo estaba cayendo el lunes, Oracle anunciaba la compra de Sun y pensé que las cosas no estaban tan mal cuando quien tiene dinero está adquiriendo competidores con primas". Son palabras de Alicia Jiménez, directora de análisis de SelfBank que ejemplifican que, si bien el mercado vuelve a lucir números rojos, que las cotizadas se hayan puesto a invertir es un síntoma de que se recupera algo de confianza.

Las cifras lo avalan. De acuerdo con datos de Bloomberg, en lo que llevamos de 2009 se han propuesto operaciones de adquisición por valor de 493.000 millones de dólares (382.000 millones euros).

Aunque el dato es un 27% inferior al registrado en el mismo periodo de 2008, es significativo: supera, por ejemplo, el valor de todas las acciones que cotizan en el Ibex 35 (alrededor de unos 359.000 millones de euros) y tiene el mérito de que se ha alcanzado en un entorno de importantes problemas para acceder al crédito. Es decir, que las empresas están recurriendo a sus propios recursos -la caja- para realizar compras.

El coste de no invertir

El disponer de los ahorros, si bien limita el número de sectores que pueden continuar siendo objeto de adquisiciones a aquellos desahogados de deuda -como por ejemplo es el tecnológico, el de alimentación o el farmacéutica, que son los que han visto operaciones más recientemente- es una decisión que podría continuar.

"Hace un año o dos, a las empresas con mucho dinero en tesorería les compensaba mantenerla depositada en un banco porque éste les remuneraba bien, con rentabilidades que rondaban el 5 o 6%. Algo que ya no sucede y que les invita a realizar adquisiciones, porque ya han recomprado acciones y su dividendo es alto", explica Guillermo Escribano, gestor de Metagestión.

No obstante, ya que para realizar adquisiciones se está recurriendo al exceso de dinero que esconden las compañías, este experto previene que las adquisiciones no serán grandes.

"Aunque una compañía con una sólida posición financiera no debería tener problemas para obtener financiación, lo lógico en este momento es que los importes de las adquisiciones no sean muy elevados, de manera que estén protagonizados por pequeñas y medianas compañías. Lo que no se va a producir es una adquisición como la de Unión Fenosa por Gas Natural", previene Escribano.

Una guía sobre precios

Los expertos piensan que en sectores como el de alimentación, el de farmacia o el tecnológico podrían continuar viéndose operaciones, algo que aporta un aliciente añadido a mirar hacia estas compañías, porque gozan de un colchón adicional contra las caídas. Por una parte, por la expectativa de que puedan llegar nuevas operaciones; por la otra, porque las propias compras sí que aportan una guía real de valoración para el sector.

"Los ratios que están dispuestos a desembolsar los compradores aportan un suelo en valoración a las compañías pertenecientes a estos sectores, sobre todo a las que cuentan con un negocio similar a la adquirida", apunta Ernesto Akerman desde GVC Gaesco. "Ya a principios de año se produjo una huída de dinero hacia estos sectores, que se comportaron mucho mejor cuando llegaron los descensos", añade Akerman.

Por lo pronto, su comportamiento ha sido tan positivo que muchos valores que dan el perfil de posibles adquisiciones -aquellos con una capitalización inferior a los 10.000 millones de euros- ya cotizan en positivo en los últimos doce meses. Una circunstancia que, para los expertos, no evita que existan muchas compañías medianas y pequeñas del sector de alimentación, tecnología y alimentación que se merezcan un consejo claro de compra.

Las siete más 'opables'

elEconomista ha seleccionado las siete que más gustan a las firmas de inversión entre el universo descrito. Y parece que los expertos no pasan por alto el factor corporativo, ya que sólo tres de los cinco títulos entre los 21 seleccionados presentan un valor bursátil superior a los 5.000 millones de euros, por lo que sería presas más o menos fáciles para un peso pesado del sector. Éstos últimos, por el contrario, no son igual de defensivos. "Suelen sufrir cuando se anticipa que podrían realizar adquisiciones", dice Escribano.

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