El alto endeudamiento de las empresas españolas ya está pasando factura a las compañías y sus calificaciones crediticias. Las sociedades del Ibex tienen unos compromisos financieros de 241.445 millones, el 76% de su valor en el parqué, lo que provoca una situación insostenible en el mercado, según los expertos. Y, de hecho, ya se ha producido una víctima cotizada. Análisis de OHL en Ecotrader: los mínimos del año pasado actúan como resistencia.
La primera empresa del Ibex en caer ha sido OHL (OHL.MC), que ha visto cómo su rating bajaba ayer desde "BBB-" hasta "BB+", según la agencia Fitch, con lo que su calificación se coloca en grado especulativo, también conocido como bono basura, que reconoce a las compañías con un riesgo de impago de su deuda de al menos un 19,3%.
El problema de haber bajado a este nivel es que la concesionaria ya no es una inversión de alta calidad, lo que, por una parte, incrementa el coste de su financiación -al tener peor rating los inversores van a pedir más interés por comprar su deuda en el medio y largo plazo- y, además, habrá fondos de inversión que no podrán tener a la compañía en sus carteras. "En algunos fondos no se permite comprar deuda de empresas con baja calidad crediticia, como sería este caso", comenta un gestor que no quiso ser citado. La firma de calificación aseguró que el recorte se debe, sobre todo, a la preocupación de que la filial de concesiones genere menor capital libre del esperado en un principio -conocido como cash flow-.
Qué presenta
El mercado calcula que la deuda superará los 3.232 millones este ejercicio, frente a los 650 millones que tiene de valor bursátil. Además, se estima que obtenga un beneficio bruto de 654 millones en 2009.
OHL Concesiones es la filial estrella del grupo presidido por Juan Miguel Villar Mir y, además, su más firma apuesta de futuro, ya que la compañía ha concentrado gran parte de sus esperanzas en este negocio, que también hará de locomotora de la actividad de construcción internacional. La más clara muestra de la importancia que confiere la compañía al negocio de los peajes es que concentra en él el 77% del esfuerzo inversor de todo el grupo y seguirá siendo así a pesar de la crisis.
El mismo Villar Mir refrendó esta idea hace dos semanas, durante la presentación de resultados de OHL. Fue entonces cuando anunció que tanto este año como el próximo continuará destinando entre 900 y 1.000 millones de euros a engordar su cartera de concesiones. Estas cifras han permitido crear en apenas cinco años un pequeño gigante de las autopistas, capaz de generar el 56 por ciento del beneficio bruto operativo (ebitda) de todo el grupo y de aportar el 85 por ciento de la cartera de negocio.
Además, como la mayoría de la concesiones de OHL se ubica en el extranjero, con Brasil a la cabeza, permiten exportar el negocio constructor y esquivar la caída de esta actividad en España. Suma y sigue, porque gracias a la longevidad de las autopistas del grupo, con una media de 30 años de vida, OHL tiene garantizados unos ingresos anuales del entorno de los 540 millones sólo con esta filial.
Cae más que el Ibex
Cifra insuficiente para Fitch, que ha puesto en duda los cash-flows de este negocio a medio plazo y considera que ha virado en exceso hacia la construcción de nuevas autopistas, en vez de centrarse en explotar vías ya operativas
Sin embargo, en sus números llama la atención que le confiera un ratio deuda/EBITDA sin recurso de 2,8 veces, basándose en las cifras no auditadas de OHL, cuando éste habla de 2,68 veces. Una pequeña gran diferencia, ya que para la agencia las cinco décimas que separan el ratio actual de las 2,3 veces de 2007 es un motivo para rebajar el rating.
A pesar de toda esta situación, las firmas de inversión siguen mostrándose positivas con esta compañía, que ha perdido un 80% desde los máximos alcanzados el mayor de 2007. Ahora cotiza en 7,3 euros, frente a los 16,73 euros a los que estiman los expertos para los próximos doce meses. En lo que va de ejercicio se ha dejado un 26%, más que el Ibex 35 en este periodo.