
Valladolid, 16 mar (EFE).- La factoría de motores de Renault en Valladolid fabrica desde hoy, en exclusiva, el nuevo motor diseñado conjuntamente por la firma del rombo y Nissan, el TCe130, un turbo de gasolina de 1,4 litros que se montará en toda la familia del Mégane y del que llegarán a fabricarse 645 unidades al día.
Según un comunicado de prensa remitido hoy por RENAULT (RNO.PA) este motor, que ha supuesto una inversión de 42,8 millones de euros, es un proyecto pionero que ha requerido de veinticinco meses de trabajo dentro de la Alianza Renault Nissan para un proyecto multicultural en el que han intervenido ingenieros de España, Japón, Reino Unido y Francia.
Se trata, además, de un producto fruto de la alianza entre Nissan y Renault y el sistema industrial de ambos.
La fabricación del motor ha comenzado hoy en la planta de Valladolid, tras la instalación de tres nuevas líneas dedicadas al montaje, cárter y cigüeñal y la integración de las de la culata y la biela en las ya existentes, y se irá incrementando el número de unidades diarias que se producen hasta llegar a las 645.
En total, la planta de motores de Renault Valladolid dedicará 4.500 metros cuadrados a fabricar el TCe130, y a la hora de elegir esta factoría ha pesado, según las fuentes, su experiencia y profesionalidad en el motor diesel K9K y en el de gasolina K4, así como en la posibilidad de reutilizar y adaptar la maquinaria de otras fábricas a la alianza entre las dos firmas.
La planta de motores de Renault Valladolid fabrica en exclusiva el K9K, con 2.553 unidades diarias, y el K4 de gasolina, con 486 al día, según han explicado a Efe fuentes de la empresa.
Este nuevo producto es fruto del denominado "downsizing", que tiene como objetivo conseguir una mayor potencia con una menor cilindrada y consumo.
En este caso, con 130 caballos y un par de 190 nanometros, este motor emite 153 gramos de CO2 por kilómetro.
Se trata de un motor que ofrece gran dinamismo, caracterizado por un aceleración firme y continua desde los regímenes más bajos, gracias a la asociación entre una baja cilindrada y un turbo de inercia reducida que proporciona una mayor potencia y un menor consumo, según las mismas fuentes.
Lo más novedoso en el TCe130 es el efecto "tumble" de su cámara de combustión que asegura una mayor homogeneidad en la mezcla de carburante y una mejor combustión.
Además, el motor incorpora una serie de mejoras, que reducen significativamente el coste de mantenimiento, como la distribución por cadena, en lugar de por correa, lo que evita su cambio con el consiguiente ahorro para el consumidor.