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Temor a los traders: el BCE se opone a la entrada precipitada de Europa del Este en el euro

El Banco Central Europeo se opone a cambiar los criterios de entrada en el euro para acelerar la inclusión de los países de Europa del Este, según publica hoy el diario estadounidense The Wall Street Journal. Hungría y Polonia en particular están presionando para entrar en el bloque, buscando refugio ante la crisis económica.

Hungría, que ha tenido que ser ayudada por el Fondo Monetario Internacional, propone que se pueda reducir el tiempo en el que las divisas candidatas tengan que estar ligadas al euro antes de poder adaptarlo. Polonia, por su parte, quiere ligar ya su moneda al euro para poder empezar la cuenta atrás del periodo de dos años actual para unirse. El Banco Mundial también ha tenido que salir en ayuda de Europa del Este.

Sin embargo, la máxima autoridad monetaria europea cree una unión demasiado prematura al euro podría hacer que la moneda única sufriera ataques especulativos de operadores de divisas. Esto, además, podría desestabilizar las monedas de otros países que ya la tienen ligada al euro.

Los estados de la Unión Europea que quieran adoptar el euro tienen que cumplir con los criterios de inflación, déficit y deuda marcados. Y tienen que estar dos años en el sistema ERM-2 (European Exchange Rate Mechianism 2), en el que deben mantener una fluctuación determinada frente un tipo fijo de cambio respecto al euro durante al menos dos años.

Angela Merkel, canciller alemana, dijo el domingo que la petición de Hungría debería ser tenida en cuenta. Sin embargo, el BCE está en contra de cambiar los criterios de adopción del euro. El banco, junto a la Comisión Europea, se han mostrado inflexibles anteriormente. En 2006, Lituania cumplió todos los requisitos para adoptar el euro menos el de inflación, y le fue denegada la entrada.

El BCE también está preocupado por las aspiraciones de Polonia para entrar en el sistema ERM2 este mes de junio parra adoptar el euro en 2012. De hacerlo, el país tendría que mantener su divisa, el zloty, en un rango de entre el 15% arriba o debajo de un cambio fijado con el euro. En los últimos seis meses, la moneda polaca ha caído un 30% frente al euro, lo que sugiere que podría tener dificultades para controlar su divisa. El Banco de Polonia se opone a esto puesto que pierde margen para devaluar en un momento de crisis.

Estos cambios obligarían al BCE a defender la moneda polaca, ya que según las reglas de la Unión Europea tendría que intervenir para controlar las oscilaciones superiores al 15%, lo que podría traerle problemas para controlar la inflación.

Según Deutsche Bank, los traders podrían "probar la disposición del BCE a defender" el tipo de cambio, teniendo que decidir entre revaluar una moneda (probablemente vendiendo euros) o dejar un país a su suerte.

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