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RSC-Los microcréditos, insuficientes para poner fin a la pobreza, dice una experta, que apuesta por acciones integrales

Ela Bhatt apuesta por el autoempleo de las mujeres, las mayores y mejores clientes de las microfinanzas, para alcanzar su independencia

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La activista y pionera del movimiento del microcrédito, Ela Bhatt, afirmó esta mañana en su visita a Madrid que "más de 100 millones de familias en el mundo reciben microcréditos", y aunque reconoce que el objetivo marcado por la Cumbre Global del Microcrédito --celebrada en Halifax (Canadá) la pasada semana-- de acabar con el 50% de la pobreza hasta el 2015 es "ambicioso" y se está avanzando en buena dirección, "los microcréditos no son suficientes para acabar con la pobreza".

Bhatt comenzó su labor como defensora de los más pobres e 'invisibles' de la sociedad india en 1970, después de graduarse en Derecho y trabajar en el Sindicato Textil --primer sindicato indio fundado por Ghandi--. Bhat recibió el Premio 'Madrid Creatividad', concedido por la Universidad Camilo José Cela, por su capacidad de innovación social.

"Cuando empecé a trabajar como abogado me dí cuenta que el 90% de la población trabajadora no estaban reconocidos legalmente, no tenían derechos ni acceso a determinados recursos, ni protección de la seguridad social. De estos, había una gran proporción que eran mujeres", señala Bhatt.

Estas mujeres trabajaban como vendedoras en la calle, o se dedicaban a la industria textil, pero tenían que alquilar sus instrumentos de trabajo y pagar altos intereses a los bancos, "por lo que nunca salían de la pobreza".

Esa es la razón por la que nació el Sindicato de Mujeres Trabajadoras, y con él, más de 100 cooperativas, entre ellas un taller y un banco. Entre 1972 y 1974 nace el Banco SEWA (Self Employed Women Association), una de las instituciones financieras, junto con el Graneen Bank, fundado tres años después por el Nobel de la Paz, Muhammad Yunnus, pioneras en el desarrollo de los microcréditos o "microfinanzas", como prefiere denominarlo Bhatt.

El primer año no hubo ni beneficios ni pérdidas, "fue a partir del segundo año cuando empezamos a obtener beneficios, que distribuimos entre las accionistas del banco, las propias mujeres acreedoras de los microcréditos --o microfinancias-- en forma de dividendos", explicó Bhatt.

"Funcionamos como un banco corporativo", añade Bhatt, "las mujeres no son sólo clientes, sino también accionistas. Tenemos los servicios de cualquier banco: pensiones, seguros, vivienda, asesoramiento, etc.", agregó.

Por otra parte, a nivel nacional, SEWA trabaja también como entidad política. "Hacemos acción política y trabajamos por el derecho de los pobres", afirma. Durante seis años Bhatt formó parte del Parlamento indio "donde intenté hacer visible a los invisibles y trasladarlos a la esfera pública", señala, pero siempre manteniéndose "por encima de la política".

Sin embargo, reconoce que es necesaria una "solución integral con apoyo político", porque si los bancos creen que los microcréditos son suficientes, "están en un error".

CUMBRE DE HALIFAX

Respecto a los objetivos fijados en la reciente la Cumbre Global del Microcrédito celebrada en Halifax (Canadá), Bhatt señaló que existen grandes diferencias entre esta última reunión y la anterior. "En la primera, los asistentes éramos personas más relacionas con la práctica del microcrédito, mientras que en ésta había banqueros, gobiernos, etc, personas más relacionadas con el mundo financiero y político", puntualizó.

Bhatt considera positiva esta circunstancia ya que aunque cada crédito es necesario, defiende que hay que tener en cuenta "factores que están fuera de nuestro alcance" por lo que es necesario un "mayor apoyo de los bancos y de los Gobiernos"

En alusión al recientemente galardonado con el Premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunnus, la activista consideró este Premio como "una gran noticia", porque hace que las microfinancias sean "más visibles a la sociedad" y se conozcan en el mundo.

Por último, Bhatt señaló que las mujeres no deben ser meras clientes de los bancos, sino "inversores, y líderes de nuestro propio progreso". La independencia económica hace más libre a la mujer, pero también la "capacidad de autoempleo", dijo, y destacó que la mayor ventaja de las microfinanzas "es la organización de las mujeres para convertirse en una fuerza potente, para crear una fuerza colectiva y luchar por sus derechos".

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